6 - Bajo las estrellas

354 20 0
                                    

Juanjo decidió no ir a la fiesta. La idea de estar rodeado de tanta gente, de enfrentarse a antiguos compañeros y, sobre todo, de la posible presencia de Martin, era demasiado para él. En cambio, optó por quedarse en el hotel e intentar escribir algo de música, aunque las notas y las palabras se le escapaban.

Sentado en la pequeña mesa de la habitación del hotel, miró la hoja en blanco frente a él. El sonido distante de la música de la disco llegaba hasta sus oídos, pero no lograba inspirarlo. Después de varios intentos fallidos, empujó el cuaderno a un lado con frustración. Se levantó y salió al pequeño balcón de su habitación.

El aire de la noche era fresco y limpio, y el cielo estaba lleno de estrellas. Juanjo encendió un cigarrillo y se sirvió una copa de vino. La vista de las estrellas le trajo un recuerdo que lo golpeó con fuerza. Recordó el cumpleaños de Martin, cuando le había regalado una noche en un hotel burbuja. Habían pasado la noche bajo las estrellas, hablando de sus sueños y de su futuro juntos. Habían sido momentos llenos de amor y esperanza, tiempos que ahora parecían tan lejanos.

Una lágrima solitaria recorrió su rostro mientras inhalaba el humo del cigarrillo. El sabor amargo del vino no lograba borrar la dulzura del recuerdo.

Se quedó allí, en silencio, mirando las estrellas. Se preguntaba cómo habían llegado a este punto, tan distantes y heridos. La música de la fiesta seguía sonando a lo lejos, pero en el balcón, solo había silencio y estrellas, y el dolor de lo que una vez fue y ya no sería.

Mi amor.

Cuántas veces había llamado así a Martin.

Y ahora estaba solo, y la única cosa que le quedaba era el recuerdo de aquellos momentos de pura felicidad.

De repente, Juanjo tuvo un momento de inspiración. Las palabras comenzaron a fluir de su mente a su libreta con una facilidad que no había sentido en mucho tiempo. Se sentó rápidamente, apagando el cigarrillo, y dejó que sus emociones tomaran el control. Las frases y las melodías se entrelazaban en una canción que, sin darse cuenta, comenzaba a tomar forma.

Sin embargo, al leer las palabras que había escrito, se dio cuenta de que, una vez más, la canción era sobre Martin. Un suspiro pesado salió de su pecho. No importaba cuánto intentara avanzar, su corazón seguía volviendo a esos momentos compartidos, a ese amor que aún dolía, después de 4 años.

Arrugó el papel con frustración y lo tiró por el balcón, viéndolo caer y desaparecer en la oscuridad. Se acordó de la primera vez que escribió una canción sobre Martin. Tenía que ser su tercer single y Martin estaba encantado con ella. Sin embargo, después del poco éxito de "Mis tías", su discográfica se negó a publicarla. Querían algo menos romántico y con más ritmo para el verano, algo que vendiera más. Aquella canción nunca salió a la luz.

Juanjo recordó cómo eso había marcado el comienzo del fin. La decepción de no poder compartir esa parte de su corazón con el mundo, la presión de cambiar su estilo para complacer a otros, y la creciente distancia entre él y Martin mientras ambos luchaban con sus propios demonios. Aquella decisión de la discográfica había sido una herida profunda en su relación, una que nunca había terminado de sanar.

Se quedó allí, mirando al vacío donde había caído el papel arrugado, sintiéndose atrapado entre el pasado y el presente, entre el amor y la pérdida. El cielo estrellado, que alguna vez había sido un símbolo de esperanza y sueños compartidos, ahora parecía recordarle todo lo que había perdido.

❉ ❉ ❉

Después de algunas horas en la fiesta, Martin decidió volver al hotel solo. Sus amigas seguían bailando juntas y parecía que todos estaban disfrutando de la fiesta. Por su fortuna, nadie se dio cuenta de que él salía de la discoteca, y se encaminó hacia el hotel. Quería estar solo, con sus pensamientos. La oscuridad de las calles de Madrid le resultaba acogedora, le hacía sentir protegido y en paz. Nadie lo podía ver, no había ninguna cámara, ningún fan grabando vídeos comprometedores, ningún ruido. Solamente el, la oscuridad, y algunos gatos callejeros.

Al acercarse a la entrada del hotel, vio algo blanco en el suelo. Se acercó por instinto. Parecía un papel arrugado. Normalmente, no recogía cosas tiradas en las calles, pero la magia de la noche y el romanticismo que siempre había vivido dentro de él lo persuadieron. Decidió recogerlo. Lo desplegó cuidadosamente y leyó el contenido: eran las letras de una canción, o lo que quedaba de una canción. Palabras puestas en un orden típico de los perfeccionistas.

Palabras hermosas, llenas de emoción y sentimiento. No reconocía la escritura, pero algo en las palabras resonaba profundamente en su corazón. Se quedó un momento parado, bajo la tenue luz de una farola, leyendo y releyendo aquellas frases que parecían hablar de amor, pérdida y anhelo. Sentía como si el papel estuviera destinado a llegar a sus manos.

En la oscuridad de la noche,

donde las estrellas nos miran brillar,

te susurré mil promesas

que el viento no pudo llevar.

Sin poder evitarlo, Martín se preguntó quién habría escrito aquellas líneas y qué historia habría detrás de ellas. Guardó el papel en su bolsillo y entró en el hotel, todavía pensando en las palabras que había leído. La letra de la canción seguía dándole vueltas en la cabeza mientras subía a su habitación.

Una vez dentro, se dejó caer en la cama, exhausto. Sacó el papel del bolsillo y lo miró de nuevo, intentando descifrar más de lo que estaba escrito. Cerró los ojos, dejando que su mente vagara, y pronto se encontró pensando en Juanjo, en lo que había significado para él y en todo lo que habían vivido juntos. Aquellas palabras desconocidas parecían hablar directamente a sus recuerdos y emociones más profundas.

aunque el dolor me consuma,

tú eres mi eterna canción

Guardó el papel con cuidado en su cartera, decidido a descubrir quién había escrito aquellas palabras y por qué habían resonado tanto en su corazón.

Mi eterna canción

Después de una hora, Chiara y Ruslana volvieron al hotel. Intentaron no hacer ruido al ver la figura de Martín tumbado en su cama, profundamente dormido. Le sonrieron con ternura.

Se desmaquillaron y se quitaron la ropa, poniéndose el pijama. Una vez listas, se durmieron juntas, en la misma cama que Martin, como solían hacer en la academia. 


The time I spent without youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora