Extra 3/6: Guardar silencio.

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Dentro de la fortaleza infinita se estuvieron escuchando gritos desgarradores durante algunos días, estos lamentos, poco a poco fueron convirtiendose en extraños sonidos guturales más similares a los de un animal con la garganta cortada que a los de un demonio que solía ser humano.

Todos los demonios que pasaban por el lugar de origen de estos sonidos, hacian su mejor esfuerzo para no voltear a ver a la persona que estaba siendo torturada por Muzan y la segunda luna superior. Se decía que con sólo observar sus ojos, llenos de agonía y que a su vez te rogaban por terminar su dolor, no podrías descansar en meses.

Kokushibo estuvo presente la última noche con vida de Akaza en lugar del rey de los demonios para supervisar que la tercera luna sea eliminada por completo. Aún así, Douma de igual forma lo había invitado desde antes, pensando que sería divertido ver como su compañero se retorcía mientras su cuerpo iba disolviendose en un ácido especial.

A la final, lo único que quedó fue una especie de masa carnosa derramada en el suelo, incapaz de regenerarse por la cantidad de daño que había sufrido. Kokushibo sabía muy bien que esto de supervisar la ejecución de su compañero era una tontería, Muzan sólo quería que viera lo que podría pasarle en caso de que se le ocurra traicionarlo. Como una amenaza indirecta.

En todos sus años de vida, Kokushibo nunca había visto al alfa hacer tal cosa con uno de sus propios siervos, quizás estuvo ciego o tal vez algo cambió desde que encontró a ese omega.

¿Este era en verdad el destino de todos los demonios? Servir ciegamente al hombre sádico y cruel que los utiliza como meros objetos para un objetivo personal y luego tener una muerte desagradable al perder su utilidad o solo por cometer un error. ¿Qué ganaban ellos a cambio de dar toda su vida? ¿Ganaban poder? 

¿Qué les aseguraba que ese poder no se les sería arrebatado una vez el hombre consiga la resistencia al sol?

Si así es como van a ser las cosas, prefiere apostarlo todo a su propia supervivencia antes que terminar como Akaza.

En silencio, el demonio solo se limitó a ver como los restos de la tercera luna eran tirados en un montículo de tierra, de modo que se desintegren una vez el sol los alcance.

                              °  °  °

Unos meses después estuvo cuidando de los hijos de ese omega, su plan era manipular al hombre para que lo ayude después, para eso necesitaba romperlo.

Cuando recogia a los niños, el omega se veía bien, solo algo callado y desanimado, por lo que pensó que sería buena idea empezar contándole en detalle el destino de Akaza.

Pero al volver y ver al cazador amarrado a la cama, tan frágil y patético, al punto que solo un simple ruido del llanto de sus propios bebés le hacía caerse en pedazos, se encontró incapaz de decirle que la tercera luna había muerto de una forma tan horroroza por su culpa.

Ahora entendía porque ninguna de las otras lunas le dijeron lo que pasó con Akaza al omega.

No necesitaba agregarle más leña al fuego, Muzan se encargaría de destruir a esa persona. Quizás sintió lástima por el joven, pero decidió no ser otra molestia y en su lugar, esperar al momento correcto, cuando solo tenga que empujarlo un poco más para conseguir su cooperación.

                             °  °  °

El sufrimiento de TomiokaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora