**Luna**
Un chirrido agudo me taladró el oído. A tientas, alargué la mano y agarré mi celular. La pantalla me devolvió el reflejo de la hora: ¡Mierda, me agarró tarde para la universidad!
Me levanté de un salto y corrí al baño. En tiempo récord, me aseé y me puse unos jeans de mezclilla y un suéter. Agarré mi mochila y salí disparada a buscar las llaves de casa. Justo cuando iba a salir, vi el auto de Clara estacionado frente a mi puerta. Su sonrisa iluminaba el interior del vehículo, y sus cabellos rubios brillaban a través de la ventanilla.
-Diez minutos, Luna, ¡diez! ¿Sabes cuántos cafés pude haberme tomado en ese tiempo? -dijo Clara con una sonrisa burlona.
-Por suerte, no eres solo una amiga, Clara, eres la mejor. ¿Y dime, me trajiste café? -le dije mientras me subía al auto, soltando una risita.
-¿Tú qué crees? -sonrió, entregándome un vaso de Starbucks.
Durante el camino a la universidad, Clara me contó algo que no logré oír del todo. Mi mente estaba absorta en la suerte que tenía de tenerla como amiga. Clara y yo éramos inseparables desde pequeñas, vecinas de toda la vida. A mis 12 años, perdí a mis padres en un accidente, y su familia me acogió hasta que terminé mis estudios. Con la herencia de mis padres, me independicé a los 18 y comencé a escribir libros en internet, descubriendo mi pasión por la literatura. Ahora, a los 19, vivía en una casa pequeña y cómoda, ganaba dinero escribiendo y estudiaba literatura. Solo me faltaba encontrar ese amor que tantas veces describía en mis libros.
Hasta ahora, había tenido mala suerte en el amor. Mi última relación, con Piter, terminó hace dos meses, después de solo cinco. Me fue infiel con Lidia, la más popular de la universidad, porque, según él, se cansó de esperar a que yo estuviera "lista". Para colmo, tenía que verlos todos los días en la universidad. Y luego estaba mi primer amor, que ni siquiera podía llamar relación. Desde los 10 años, sentí una extraña atracción por Devon, el hermano de Clara, que tenía 13. Siempre me trató mal, me hacía bromas pesadas, pero a pesar de todo, me quedaba embobada con sus ojos oscuros.
-¡Holaaaa, tierra llamando a Luna!
-Lo siento, Clara, todavía estoy medio dormida.
-¿Sí, cómo no? ¿En qué pensabas? -hizo una pausa y me miró-. ¿No me digas que en Piter?
-No, solo pensaba en el nuevo año escolar que se avecina.
-Bueno, chica, ni siquiera sabemos si vamos a pasar al siguiente curso. Falta el examen de hoy, y si pasamos, nos relajaremos con las vacaciones. Preocuparse por el nuevo año es adelantarse demasiado. Te preocupas demasiado por cosas que ni siquiera sabes si van a llegar -me dijo mientras detenía el auto.
Nos bajamos y nos dirigimos al aula. El examen de Gramática comenzó. Después de un rato, Clara entregó su examen, y luego yo entregué el mío.
-¿Cómo te fue? ¿Qué pusiste en la primera pregunta? -me preguntó nerviosa.
-Tranquila, Clara, creo que me fue bien, justo como lo estudiamos ayer.
-Hola, hermosa.
Oí esa voz ronca detrás de mí y no pude evitar girarme para mirar a los ojos al estúpido de Piter.
-¿Qué quieres? -le dije sin inmutarme.
-No te pongas así, solo venía a darte suerte.
-Normalmente, la suerte se da antes de comenzar el examen, aunque tú solo generas problemas, Piter -dijo Clara, enfrentándolo.
-¿No te cansas de meterte en lo que no te incumbe?
Clara iba a responder, pero la detuve.
-Lárgate ya, Piter -puse los ojos en blanco.

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El Peso Del Deseo
Romance[HISTORIA COMPLETADA] Luna Steve perdió a sus padres a los 12 años y los padres de su mejor amiga y a la vez sus vecinos se conviertieron en sus tutores legales.Clara y Devon son hermanos hijos de este maravilloso matrimonio que acogió a Luna.¿Que p...