Luego de entrar al castillo Walther fué a jugar con las gemelas ( Maila y Maida ), Teodora fue a su habitación y yo decidí cambiarme para estar más cómoda, mis padres tardarían mucho tiempo en venir así que no había problema.
Me puse un vestido sencillo con unos detalles de encaje y flores pequeñas, también unos zapatos sencillos de color blanco que hacían juego con el vestido. Tomé una sombrilla de mano para el sol y me dispuse a caminar un poco por el pueblo.
Los niños pasaban correteando, algunas personas estaban trabajando y otras simplemente estaban haciendo compras o limpiando. Entre toda esa multitud la vi, aquella chica de ojos verdes y brillantes, estaba sentada en un banco mientras escribía, algo en mi me decía que fuera a hablarle pero a la vez no podía. Estuve unos segundos mirándola fijamente cuando de repente ella apartó la mirada de su cuaderno y me miró, amabas nos miramos a los ojos sin decir ni hacer nada. Sentía que era algo mágico, sentía que su mirada atrapaba la mía sin razón alguna; en su rostro se dibujó una sonrisa dulce, luego se levantó y se fué por unos callejones algo oscuros, tenía ganas de seguirla pero escuchaba como alguien me llamaba y no pude hacerlo.
Yole: Gloria!! Tus padres están por llegar!!
Volví al castillo algo apresurada, todos estaban organizando un gran banquete no solo para los reyes y sus hijos, sino que también para los sirvientes y acompañantes que vivían en el castillos.
Al llegar mis padres ya todo estaba listo, todos nos sentamos a comer y festejar. Solo escuchaba lo que los demás hablaban, estaba totalmente distraída, distraída por aquella mujer que no podía salir de mi cabeza, tenía muchísimas preguntas, ¿Quién es? ¿Por qué me siento así? ¿Podré hablar con ella? ¿Por qué no sale de mi cabeza? Estas y muchas más aparecían en mi mente, no dejaban de dar vueltas y no las entendía, estas cambiaban pero había una sola cosa que no cambiaba... Sus ojos, no podía olvidar aquella mirada, parecían que me estaban llamando pero a la vez querían alejarse...
Teodora: Hermana ¿Estás bien? Estás muy callada
Gloria: Si estoy bien, solo que me distraigo
Walther: Es que vio un hombre hermoso en el pueblo y se enamoró
Gloria: Eso no es verdad
Walther: Ay claro que lo es
Teodora: Bueno se calman los dos
Gloria y Walther: Jaja no te enojes
Teodora: Dios, a veces no los entiendo
Seguimos bromeando un rato hasta que el banquete se acabó, todos nos fuimos a preparar para el baile, este se hacía en una sala gigante en la cual se invitaba a personas importantes del pueblo (Escritores, actores, mensajeros, etc.), también se invitaba a otras familias reales que eran amigos o familiares y a veces se invitaba a príncipes que querían pedirle la mano a alguna princesa.
Yole: Estás lista?
Gloria: Si, eso creo
Yole: ¿Cómo que "eso crees" ? Escuché que hay varios príncipes interesados en ti, ¿no te emociona?
Gloria: La verdad no, solo me quieren por mi apariencia o para hacer alianzas entre reinos, no porque de verdad me quieran
Yole: Ay Gloria querida, así funciona el mundo y no los puedes cambiar
Gloria: No lo entiendes, no me quiero casar
Yole: Lamentablemente lo tendrás que hacer linda, ahora vamos que nos están esperando
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☆𝒞ó𝓂𝑜 𝓁𝒶𝓈 𝒻𝓁𝑜𝓇𝑒𝓈, 𝒞ó𝓂𝑜 𝓉𝓊𝓈 𝒸𝒶𝓇𝓉𝒶𝓈...✿
Romanceℍ𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒 𝕦𝕓𝕚𝕔𝕒𝕕𝕒 𝕖𝕟 𝕖𝕝 𝕤𝕦𝕣 𝕕𝕖 𝕀𝕥𝕒𝕝𝕚𝕒 Una poeta del siglo XV se enamora de una princesa. Esta, como muestra de amor le envía cartas, cada una con hermosos poemas pero de manera totalmente anónima. La princesa perdidamente...