Mi madre no paraba de preguntar por mi. Nunca la había visto tan seria y desesperada, por su expresión cualquiera pensaría que estaba muy molesta. Todavía no terminaba de arreglarme; llevaba un vestido largo por el piso de color blanco con pequeñas flores rojas oscuras, acompañado de unas capas de tela fina y algo transparente alrededor de la cintura y en parte del escote.
Gloria: ¿Por qué tengo que usar eso? Es muy incómodo
Yole: Pero si a ti te gustan así de largos y con esos colores
Gloria: Me refiero al escote, los odio
Yole: Eso fue petición de tu madre, ni tu ni yo podemos decirle que no
Gloria: Pero que le pasa, ella no es así
Yole: Supongo que tu madre tendrá sus razones
Gloria: Si las tuviera me diría
Yole: Ay querida, conoces mucho menos a tu madre de lo que tu piensas
Gloria: ¿Qué estás diciendo? Es mi madre, claro que la conozco bien
Yole: A veces las personas deciden esconder algunas cosas de ellas, aún así si es a sus hijos - Tomó el vestido y se acercó a mi - Toma, ve y cámbiate, no quieres que se enoje aún más
Tomé aquél incómodo vestido y me fui a cambiarme. Al salir, Yole me dijo lo linda que me veía, Teodora que pasó a buscarme dijo lo mismo pero sabían que a mi no me gustaba.
Madre: ¿Ya estás lista?
Gloria: Sí madre
Madre: Bueno ven rápido, no puede ser que tarden tanto
En un movimiento rápido, me tomó de la muñeca y me hizo caminar lo más rápido posible. Miré hacia atrás y ahí estaban, Teodora y Walther, por sus caras supuse que no era nada bueno, aquellas personas que me advirtieron e insistieron ahora tenían expresiones de preocupación mezcladas con tristeza.
Bajé las escaleras y ahí me esperaban, mi padre y tres muchachos.
Madre: Disculpen la tardanza, aquí está
X: Esperar no es un problema para nosotros - Me dirigió una sonrisa que trataba de ser dulce - Mi nombre es Elisio Visconti, un placer conocerla - Agarró mi mano y le dio un beso
X: El mío es Teo Médici, me da gusto conocerla señorita - Otra vez, tomó mi mano y le dio un beso
X: Supongo que me toca presentarme, soy Quinto Borgia, estoy feliz de conocerla - Repitió lo mismo que los otros dos
Gloria: Es un placer conocerlos, mi nombre es Gloria Orsini
Padre: Gloria, creo que ya te explicaron cómo funciona esto ¿Verdad?
Gloria: En realidad no
Madre: Tendrás tres meces para conocerlos a cada uno de ellos, tendrás que salir con uno de ellos un rato por día y al finalizar los tres meces tendrás que elegir uno, luego te casarás con el que elijas ¿Entiendes querida?
Gloria: Si... Supongo que si
Padre: Perfecto, comenzarás mañana, elije con quien saldrás primero hija
No tenía ganas de salir con ninguno de ellos, odiaba esa idea. Solo uno me llamaba un poco la atención, Elisio, era muy parecido a Elena sin decir que eran casi idénticos
Gloria: Bueno, Elisio supongo
Madre: Perfecto - Sonrió como una niña - Mañana luego del almuerzo saldrás con Elisio, luego con Teo y por último Quinto
Padre: Recuerden que este orden se repetirá hasta terminar los tres meces, Gloria puedes volver a tu habitación.
Madre: Chicos síganme, les mostraré sus habitaciones
Caminé hacia las escaleras y luego a mi habitación, acompañada de una sensación muy rara. Sentía enojo, incomodidad, y unas inmensas ganas de llorar. Lo peor era que no tenía con quien hacerlo, guardando todo lo que sentía sin la posibilidad de expresarlo.
Yole: Gloria el cartero dejó esto para ti - Y me entregó una carta
Gloria: Gracias Yole - Dije tratando de que no se diera cuenta de cómo me sentía
Cerré la puerta, me quité ese incómodo vestido y me solté el cabello para mayor comodidad. Me senté en un borde de la cama a leer aquella carta
"Lugar secreto, cuando comience a esconderse el sol. Te estaré esperando si es que puedes.
E.V."Sabía quien era, lo que no entendía era la V, parecía de Elena pero me recordaba a Elisio Visconti. Estaba confundida pero igual iría, una buena forma de salir del mal momento y distraerme un poco. Mientras tanto leí para pasar el tiempo, era como viajar a otro mundo, mi mente descansaba y olvidaba lo inevitable.
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☆𝒞ó𝓂𝑜 𝓁𝒶𝓈 𝒻𝓁𝑜𝓇𝑒𝓈, 𝒞ó𝓂𝑜 𝓉𝓊𝓈 𝒸𝒶𝓇𝓉𝒶𝓈...✿
Romanceℍ𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒 𝕦𝕓𝕚𝕔𝕒𝕕𝕒 𝕖𝕟 𝕖𝕝 𝕤𝕦𝕣 𝕕𝕖 𝕀𝕥𝕒𝕝𝕚𝕒 Una poeta del siglo XV se enamora de una princesa. Esta, como muestra de amor le envía cartas, cada una con hermosos poemas pero de manera totalmente anónima. La princesa perdidamente...