Cap. 23

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Al entrar a la habitación estaba mi hermano Walther, sentado en un borde de la cama, con una expresión tan seria que me hacía pensar que algo malo había pasado.

Walther: Hermana, siéntate, necesitamos hablar

Con nervios por saber que me dirías, me senté a su lado para escucharlo.

Gloria: ¿Pasó algo?

Walther: Al llegar la noche pasé a verte y vi lo que hiciste, la cuerda que armaste - Hiso una pausa - Claro que la quité y la escondí, no quería que supieran que saliste pero luego de un rato volví y al asomarme al balcón te vi, solo quiero que me expliques, ¿Quién es ella? 

Me miró fijamente, esperando una respuesta inmediata la cual me costó formar. Por más que confiara en él me costaba explicarle a alguien ese tema...

Walther: Gloria sabes muy bien que no le diría nada a nadie, solo quiero saber 

Gloria: Lo sé, solo que nunca me imaginé que me verían 

Walther: Entonces dime, ¿Quién es? 

Gloria: Bueno, se llama Elena, la conocí hace ya unos meses

Walther: ¿Y donde la conociste? Nunca la e visto 

Gloria: La primera vez la vi en el festejo de nuestros padres, luego el mismo día me la encontré en un bosque 

Walther: Y ahí comenzaron a verse más seguido, ¿Verdad? 

Gloria: Exacto, hasta nos hemos enviado cartas mutuamente 

Walther: Okey, ahora respóndeme otra pregunta, ¿Estás enamorada de ella?  

Me quedé callada por unos segundos. No sabía si llamar "enamoramiento" a aquello, era la primera vez que me pasaba algo así y tenía el corazón algo confundido. 

Gloria: La verdad, no lo sé 

Walther: Hermana, las he visto, ambas parecen estar enamoradas - Me sonrió - Si tu no lo tienes claro está bien, pero ya te digo yo que lo parecen 

Gloria: Por ahora no lo sé, supongo que no la conozco tanto 

Walther: Está bien, solo quiero que sepas que no tengo ningún tipo de problema con ello, que si necesitas ayuda con algo estaré dispuesto a ello sin importar en lo que sea, y si quieres salir a escondidas yo te cubro - Me guiñó un ojo en forma de broma 

Gloria: Claro, en cuanto necesite algo serás el primero en saber

Le dí un abrazo fuerte sabiendo que era alguien en el cual podía confiar plenamente. Luego de aquella pequeña charla, nos deseamos las buenas noches y él se fue a su habitación. Me fui a dormir tranquila y llena de paz gracias a la charla con mi hermano y, sobre todo, la noche con Elena...

... 

La mañana estuvo algo complicada. Mi madre me llevó de aquí para allá, tienda en tienda, con el único objetivo de encontrar un vestido "perfecto". Todo ese asunto me estresaba, no tenía ganas de hablar y mucho menos salir a todos lados sabiendo lo que pasaría dentro de unas pocas semanas. Muchas preguntas pasaban por mi mente, ¿Qué tan lejos iré? ¿Volveré a ver a mi familia? ¿Qué pasará con mis hermanos? ¿Volveré a ver a Elena? La última me superaba, el saber que me obligarían a alejarme de ella me aterraba y sabía que probablemente no la vería nunca más.

Mientras paseaba con mi madre se sumó mi hermana, ya que notó que estaba algo desanimada y decidió sumarse para apoyarme un poco. En ese momento la única emocionada era mi madre; las ganas de salir corriendo no me faltaban, ganas de salir de esa situación y olvidarme de todo. 

Madre: Hija, querida, tienes que elegir uno, no puedes rechazar todos 

Gloria: Lo sé pero ninguno me gusta 

Madre: Ay querida, todos son del tipo de diseños que te gustan, los encargué para ti 

Teodora: Madre, creo que por hoy ya es mucho, ella está muy cansada y creo que por eso no puede elegir bien - Agregó mi hermana tratando de sacarme de ahí - Mañana podemos volver sin ningún problema 

Madre: Está bien, pero espero que te decidas gloria 

Con la expresión y sonrisa más sincera que podía dar en ese momento, le dí las gracias y seguido de eso salimos del último local. 

Al llegar al castillo fui directamente a mi habitación, tratando de evadir todo tipo de conversación con mi padre. Cuando estaba por abrir la puerta noté que mi hermano estaba en su cuarto, no era algo normal sabiendo que era casi el medio día, por lo general él se va a otros lugares con los guardias. Entré para saludarlo y él de manera inmediata me pidió que me fuera, sentía que algo no quería que viera y eso aumentó mi preocupación. Luego de tantas insistencias se vio obligado a mostrarme que le pasaba. 
Tenía un ojo morado y el otro rojo por dentro, cayendo de este unas gotas de sangre. Quería llamar a alguien para que lo ayudaran pero él se resistió, me dijo que no podía hacerlo y que de todas formas no lo ayudarían. 

Gloria: Necesitas ayuda, no puedes estar así 

Walther: Como si alguno de aquí quisiera ayudar, Gloria bien sabes que si nuestro padre dice que no nos ayuden nadie lo hará 

Gloria: Así que fue él, ¿No? 

Walther: No, fueron otras personas, pero él dijo que nadie debía ayudarme - Se colocó una toalla cerca del ojo para parar el sangrado - Sabes como es, siempre quiere que nos cuidemos solo y no quiere hacerse cargo 

Gloria: Ya lo sé, pero podrías ir a un doctor del pueblo

Walther: Intentaré, pero probablemente no me dejen salir 

Gloria: Claro que lo harán, mira, yo trato de distraerlos y tu sales, luego nos vemos en la salida pero no voy a permitir que estés así 

. . .


☆𝒞ó𝓂𝑜 𝓁𝒶𝓈 𝒻𝓁𝑜𝓇𝑒𝓈, 𝒞ó𝓂𝑜 𝓉𝓊𝓈 𝒸𝒶𝓇𝓉𝒶𝓈...✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora