Dulce Amália | +18 - Draco, Mattheo & Tom Riddle.

Veintinueve - Riesgo de la amistad

En el desierto durante meses, nos habíamos rendido entre las miles de veces que tratábamos de destruir el guardapelo, así que fuimos obligados a simplemente guardarlo en custodia hasta que se pudiera encontrar una manera de destruirlo. Mientras vagabamos inútilmente por todo el país, nos turnandonos para proteger el guardapelo, que comenzó a desgastar nuestra salud física y emocional.

Estaba tomando aire fresco mientras los demás estaban dentro, acababa de terminar mi turno de cuidar el guardapelo. Después de descubrir que nos afectaba, era muy difícil resistir y no ser susceptible.

Estaba recargada en un árbol, con una rama entre mis manos, rompiéndola lentamente tratando de tranquilizarme.

Me había visto en el espejo antes de salir y pude ver los signos de tensión y fatiga en mi rostro, algo que se había convertido en una vista común últimamente.

- ..¿Estás bien? -Voltee rápidamente y me encontré con Harry. Le sonreí y deje caer lo que quedaba de la rama.

- Si... ¿Hermione cuida de Ron y el guardapelo?

Harry asintió ligeramente, aunque tenía esa cara de preocupación.

- Sí, deberían estarlo haciendo... ¿Has terminado tu turno, entonces? -Una pequeña sonrisa apareció ligeramente en los labios de Harry, pero su preocupación seguía presente en sus ojos. Se acercó un paso más hacia mi, y yo contemplaba sus acciones.

- ¿Cómo te sientes? -Su voz estaba llena de calidez y preocupación.

La última vez había llorado como niña pequeña mientras discutía con Hermione, la discusión que había empezado por la razón que ya no recordaba, fruto del guardapelo.
Esa noche había sido muy larga, llorando como bebé.

- Agotada... -Sonreí- Ven aquí Harry -Extendí los brazos para darle un abrazo. Queriendo reconfortar el vacío que sentí al alejarme de esa baratija.

Una sonrisa sincera apareció en los labios de Harry ante mis palabras. Se apresuró a caminar el resto del camino y envolver sus brazos alrededor de mi, atrayéndome a el con su abrazo.

- Estoy aquí... Estoy aquí contigo... -Dijo suavemente, aún manteniendo su abrazo firme y protector a mi alrededor.

Nos mantuvimos así por un momento, simplemente abrazados de pie en silencio. Harry tenía su barbilla descansando ligeramente sobre mi hombro. Su abrazo era reconfortante y acogedor, como si fuera un escudo protector contra el estrés y la fatiga que estabamos experimentando recientemente.

Ambos habíamos manejado más la relación que teniamos. No eramos amigos pero el tiempo juntos nos había dado tiempo de arreglar las cuentas.

Incluso habíamos pasado mucho tiempo juntos en los últimos meses, compartiendo el cuidado del guardapelo y lidiando con las dificultades que traía consigo. Ese tiempo juntos nos había dado la oportunidad de conocernos mejor y arreglar asuntos pendientes, como lo era la órden del fénix. La relación ya no era simplemente la de 'amigos', pero yo aún no estaba segura de etiquetarla como algo más.

Porque me sentía traicionada y humillada, cuando había estado atrapada con ellos... Y al final, no había valido la pena mi escape, porque había terminado con ellos.

Y yo sabía que el tiempo que habíamos pasado juntos ocasionó que Harry hubiera provocado sentimientos que nunca había planeado. Sentimientos que yo no correspondía y cada acción romántica o protectora que el tenía conmigo, me hacía recordar a Mattheo... incluso a Draco, pero cuando portaba el Guardapelo, me recordaba a Tom, tratando de tener el poder entre el mal y si mismo.

Suspiré con sus brazos aún alrededor de mi, sabia que él se sentía completamente a gusto y tranquilo en mi presencia.

De pronto el dolor de cabeza que me venía e iba de pronto volvió. Sabía que era Mattheo tratando de conectar conmigo. Tratando de localizarme cada vez que pensaba en el.