Dulce Amália | +18 - Draco, Mattheo & Tom Riddle.

Uno -Chica Misteriosa .

Cada vez que duermo o tomo una siesta, siento que no descanso, tengo que mantenerme haciendo algo y eso consume mi energía y al sentir que no duermo nada, hace que me sienta tan cansada de respirar.

Mis sueños suelen ser bizarros, intento confiar en que solo son cosas que no intervienen con la realidad, pero el estar en mi situación actual, hace que esté de paranoica.

Un dolor en mi frente hizo que llevará mi mano a mi frente, aún en mi sueño, mi mano tenía sangre¿Sangre de un golpe tan pequeño? Si claro

Abrí los ojos y me acomodé en el asiento. Voltee a mi lado izquierdo y estaba Snape.

Estábamos en un compartimiento muy elegante, el compartimiento de los profesores.

-Estabas babeando mi hombro -dijo limpiando su hombro con un pañuelo con cara de asco- Te invito a irte temprano a la cama y tener tu sueño completo -siguió al no obtener una respuesta.

No dije nada, solo me giré y miré por la ventana, estábamos cerca de Hogwarts. El lugar al que no quería regresar.

- Iré a ponerme mi uniforme -Me puse de pie, no esperé una respuesta porque siempre me deja con la palabra en la boca.

Snape era mi tutor legal después de que mis padres murieran. Según la historia, contada de la desagradable voz de Snape, era que no tenía opción, mi penúltima tutora era Romilda murió de un infarto.

Así que desgraciadamente tenía que estar con el, para poder tener mis estudios.

Mi relación con Snape es extraña. No somos allegados ni solemos charlar mucho. El solo se encarga de que esté a salvó y no me falte nada.

Después de llegar a su casa; una cabaña en algún lugar que desconozco, me mantuve explorando lo poco que podía recorrer de ese sendero.

En "casa" solía hacer tareas de limpieza mientras el salía de casa y hacia trabajos por fuera, solía encerrarse en su estudio y cuando venía gente me mandaba lejos. Siempre protegida, nunca sin cruzar los límites establecidos en ese terreno.

Podía ir al callejón Diagon, ese era mi lugar favorito, ir de compras y divertirme, como una adolescente.

Podía hacer mis compras, eso sí, si quería algo el me daba y yo lo compraba o simplemente el llegaba y sin hacer contacto visual me daba lo que quería.

Era mimada sin serlo... era muy confusa nuestra relación. ¿Ahora me creen?

Me miré en el espejo, el uniforme era horrible, lo peor de Hogwarts, prefería usar mi ropa normal.

Aunque la mejor parte de Hogwarts era llegar. A mí me parecía lo contrario, lo único bueno para mí.

Era que salía de mi zona de confort, un año más. Sexto año aquí voy.

Estaba nerviosa, porque había cambiado de personalidad. El año antepasado lloraba como una estúpida perrita por mi ex Mattheo.

El año pasado nos ignoramos completamente aunque algunas veces y ocasiones teníamos encuentros algo pasionales.

Y aunque el no me haya dicho que volvamos, yo entendía que el era un idiota y no me lo iba a pedir. ¿Porque? No tengo idea, no soy fea, de hecho, soy muy atractiva y eso no lo convence. Lo único que sé, son rumores y solo puedo decir que al parecer los Riddle tienen problemas.

Y yo no estaba para lidiar con imbéciles. Eso se lo atribuía a mi Tutor. Me enseñaba a no dejarme engañar por la gente. Y aunque fue mutuo el rompimiento con Mattheo, llegamos a un acuerdo y estamos felices.

Cada quien por su lado.

Amigos en Hogwarts.... No tenía, bien cierto era que todos nos conocemos, que nos saludamos y charlamos de vez en cuando, solo si nos topamos por los pasillos.