Diesiseis - Corazón que deja de latir

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Pov's Mattheo Riddle

Amália  descansaba sobre mí, se había quedado dormida como a las cuatro. Estaba agotada y según ella ya no sentía la cadera y le temblaba todo.

Aún estaba desnuda y yo seguía dentro de ella. Las marcas de mis dedos y mis chupetones comenzaban a marcarse en su pálido cuerpo, y el rimel se le había corrido un poco

Realmente extrañaba dormir con ella así y quería quedarme así con ella, pero desde la mañana que la salve de ser descuartizada, Voldemort ya me había llamado.

Para ser sincero no estaba nada contento, aun no sabíamos su ubicación y cada vez se desesperaba más, y para empeorarlo Draco estaba arreglando un armario que no se veía el avance.

El brazo me ardía cada vez más, follar con Amália realmente era una buena distracción. Salí de ella y la acomodé en la cama, cuando tocaron la puerta.

Me vestí y abrí, era Petter Pettigrew.

- Mi señor -hizo una reverencia- el amo lo busca

- Ya lo se, solo que me estaba encargando de algo más - Murmuré

Petter se alzó en puntas, intentando ver dentro del cuarto. Cerré la puerta antes de que pudiera ver a mi dulce Amália descansar.

- Hay algo valioso aqui, no permitas que salga -ordené- y no se te ocurra abrir la puerta o te mataré sin piedad.

- Como usted ordene -Hizo otra reverencia. Cerré la puerta y tomé mi varita para volver a la puerta.

Hechicé la puerta, esperaba que intentara, la perilla se le pegaria a la palma de la mano y sólo podría liberarse dejando piel en ella.

Salí y pasé por su lado. Dejándolo custodiando la puerta.

Toqué el cuadro viejo del pasillo y me apareció en la mansión Malfoy, más exactos en el salón principal.

Los gritos se hicieron abundantes, Bellatrix lloraba, estaba en posición fetal siendo torturada por crucios por Voldemort. Narcisa apretaba la mano de Draco mientras cerraba los ojos y Tom solo observaba si. Expresión alguna.

- Matheo, por fin decidiste unirte -habló tranquilamente, sin dejar de torturar a Bellatrix

- Estaba haciendo lo que me ordenaste, padre -Contesté caminando al lado de Tom.

- Muy bien, muchacho -Dejó a Bellatrix y la pateó para que quedara boca arriba- ¿Quieres decirle a tu hijo que fue lo que hiciste mal?

- Fueron ellos, mi señor -Lloriqueo, soltó un grito aterrador al sentir de nuevo la maldición en su cuerpo.

- Dilo -Gritó acercándose a ella.

- Ellos no me dijeron nada

- Les hiciste perder el tiempo con el armario evanescente -los gritos iban tomando fuerza- ¿ahora cómo vamos a entrar a Hogwarts?

- Tienes hasta el final de las vacaciones de navidad -Salió de la habitación.

Tom me volteo a ver y sin pensarlo ambos caminamos hacia ella. La empuje con el pie para que nos viera

- Muchachos -Narcissa rogó-, su madre ya está muy herida

- Draco -murmuró Tom y le dió una señal para que la sacará de ahí.

- Es mi turno -le recordé

- ¿Dónde mierda estabas? -Volteo a verme

- Ya lo dije...

- Se que no estabas siguiéndolo porque lo vi herido metiéndose a la casa de los gritos en la tarde.

- Hay miles de perros negros, Tom -Jale a Bellatrix del tobillo cuando se arrastro para escapar.

Dulce Amália | +18 - Draco, Mattheo & Tom Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora