13- fugazzeta y coca cola.

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así como llegó, tan tranquilo y ameno, enero se despidió de todos, dejando pequitas por la exposición al sol que tuvieron, y febrero paso a dar también el presente en la rutina ruidosa de buenos aires.

los chicos de luzu tv terminaron su temporada veraniega en pinamar, disfrutando del mar, las vibes de la playa, y los minis días de vacaciones que tuvieron con el programa de compañía. el martes treinta, por la mañana, se despidieron del parador maría del mar y continuaron con su programación el miércoles treinta y uno desde el estudio de caba. estaban muy contentos con lo genuino que les iba quedando el programa todos los días, estaban satisfechos con la predisposición que mantenía todo el equipo, y los números de audiencia diaria les generaban muchas ganas de pisar las oficinas de la empresa y ponerse finalmente al día con todas las ideas nuevas, en cuánto a crecimiento, que tenían cada uno de ellos.

por otro lado, el jueves llegó y, en un sofá gris muy cómodo, zoe esperaba a que la hora se adelante lo suficiente como para poder empezar a prepararse para la juntada programada que tenía con daniela esa misma tarde. habían quedado en ir a tomar mates, sentadas en una mantita, y disfrutar de las vistas y las vibras que les podía ofrecer plaza italia mientras charlaban de todo, y de nada a la misma vez, y disfrutarían de las melodías reproduciéndose desde el spotify de alguna de las dos.

después del primer café humeante compartido, en una cafetería cutre y minimalista que había sido seleccionada por zoe, no pudieron dejar de hablarse y buscarse. daniela trabajaba todos los días esperando coincidir con zoe por alguna mesa de la cafetería de paredes color beige, sintiendo nervios cada vez que las campanillas de la puerta sonaban anunciando una llegada, y sonreía bobalicona cuando veía la sonrisa amplia de zoe al entrar y divisar a daniela entre el resto de gente que también solía estar en ese sitio.

─ te vas? -preguntó florencia, tirándose al sofá como si de un chapuzón en la pileta se tratase, haciendo que la menor de las dos asintiera con la cabeza entre risas- y a qué hora?

─ cuatro menos cuarto saldré de aquí.

─ vas con dani? -volvió a preguntar florencia, queriendo saber más de aquella chica sin que su curiosidad espanté por completo a su hija-

─ así es, iré con dani.

─ no trabaja hoy?

─ el número de documento argentino también quieres saber? -bromeó zoe, mirando a su madre con una ceja alzada, y florencia se sonrojó al creer que se había entrometido demasiado- no trabaja hoy, tiene el día libre y hemos quedado en ir a tomar mates a un parque.

─ cómo se nota que te gusta -expresó flor con pesadez-

─ eh?! -se escandalizó- qué dices tú de gustar?

─ me estás traicionando con el mate, zoe -puchereo fingidamente-, eso es signo de amor hacía la otra persona.

─ no exageres, mamá -se rió-

─ te gusta? -curioseo flor, haciendo ojitos dignos de gatito de shrek, y zoe estallo en una carcajada al verla-

─ ya es hora de que comience a alistarme.

zoe abandonó la sala de estar, subiendo los escalones de dos en dos, y huyó de las preguntas de su madre antes de caer en una respuesta que podría tensarla. florencia quedó riéndose en el sofá, no podía evitar sentir entre ternura y nostalgia al ver a su hija tan grande, y se propuso terminar de leer mensajes pendientes.

valentiaga iudica
hola amiga, mañana hay polenta!!!
te sumas?

flor jazmín
hola loquita
no sé, estoy con zopito

zoe (occhiamin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora