15- me gusta daniela.

1.5K 43 44
                                    

abuelo adrián
mi zoecita, voy a hacer lentejas para almorzar

un solo mensaje podía cambiarle el día por completo a zoe, que venía arrastrando un poco de angustia premenstrual y había estado llorando por la acumulación de sensaciones que tenía en el cuerpo.

zoe peña
te adoro abuelo ❤️‍🩹
iré a almorzar con vosotros

─ qué linda una sonrisa post llanto -dijo florencia, sonriendo con ternura, mientras se sentaba en el sofá junto a su hija-

─ el abuelo hará lentejas para almorzar -le mostró el chat-

─ te amo -se rió, su hija amaba las lentejas y su padre amaba a su hija- te llevo? me queda de paso la academia y tengo que ir a buscar un pendrive, después vengo de nuevo acá a organizar unas cosas.

─ sipi -puchereo- gracias.

la menor se acercó a su madre, apoyando la cabeza en su regazo, y se hizo una bolita en el sofá para juntar todas sus extremidades y que el dolor no la tocara demasiado. el miércoles llegó, y en realidad era un día más de rutina en la ciudad de buenos aires, pero para zoe era un miércoles de echar muchísimo de menos a sus amigos que vivían en españa y, para su pesar, tenía sus hormonas haciendo de las suyas en su interior.

─ me pido el día y hacemos algo juntas?

─ no, claro que no -se rió incrédula- estaré bien, mamá. en cuanto losi me de un abrazo de los suyos me pondré buena.

florencia hizo un pequeño mohín, acercando su rostro al de su hija para besar su frente con dulzura, no quería irse al saber que le dolía mucho el útero y que la tristeza le había llegado de sopetón. le gustaba estar con su bebé, ya no tan bebé, en esos momentos, cuando se lo permitía, claro, y, como toda mamá pollo, buscaba con sus acciones poder transformar todo dolor de su hija en otro estado de ánimo diferente, uno mucho más ameno.

─ vemos una peli a la noche? -cambio de plan, aceptando la negativa-

─ shrek dos -asintió enseguida, proponiendo su película de confort-

estuvieron un rato compartiendo el momento en el sofá, hasta que zoe se levantó para organizarse y prepararse para el almuerzo en la casa de sus abuelos. le encantaba poder acudir a ellos cuando quisiera, poder aceptar una comida en familia un día random de la semana, y, de solo imaginarse abrazándolos al llegar, sonreía con su nuevo panorama gracias a vivir más cerca de lo que era quererse en diferentes países.

─ irás luego? -preguntó zoe, sentándose de copiloto en el auto-

─ sí, voy a ir un rato cuando termine de hacer las cosas de la academia acá, y de paso ya te busco y venimos juntas.

el trayecto de colegiales a lanús fue tranquilo, recorrieron las calles entonando las canciones que iban sonando al azar gracias a la playlist que había puesto florencia, la conductora, y llegaron a la casa de rosa y adrián con un humor mucho mejor que el que tenían en su casa, por los dolores de la menor y el cansancio físico de la mayor.

─ no comes con nosotros? -preguntó adrián desde la vereda, viendo que su hija no bajaba del auto y su nieta si-

─ tengo trabajo para adelantar -respondió, bajando el pulgar de forma graciosa- pero más tarde vengo a buscar a la pulga y de paso nos tomamos unos mates.

─ más lentejas para mí -comento zoe haciéndolos reír-

─ te amo papá -se despidió desde el auto, lanzándole un beso al aire a adrián- un beso a mamá y a rocío de mi parte, nos vemos después.

la recibida a zoe fue entre mimos y mucho cariño, y, como le había dicho a su madre, en cuanto rocío, su tía, le dio un abrazo apretado de los que solía dar, ya se sentía de mejor ánimo. rocío entraba en el top tres de personas favoritas de cualquiera, era adorable, querible, y generosa.

zoe (occhiamin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora