17. Un nuevo Kaiju

44 2 0
                                    

Hoshina sabía que tenían el tiempo contado, Kafka rescató a Narumi junto a Asumi quién estaba entre la vida y la muerte, tomándose el vientre sangrante con ayuda de Narumi se alejaron lo más posible de aquella escena violenta.

Kafka y Hoshina se dirigieron a la sala donde estaba Yuzu tendida, trataron de quitar las mangueras conectadas a su cuerpo, pero cuando lo lograron era demasiado tarde, el contador contaba "100%"

Un ruido ensordecedor de una explosión llenó el aire mientras Hoshina y Kafka eran lanzados por los cielos. El polvo y los escombros oscurecían la vista, pero el brillo siniestro del Kaiju que emergía era inconfundible. Era Yuzu, transformada en un ser monstruoso.

—¡No puede ser! —gritó, herido y apenas consciente de lo que sucedía.

Kafka, convertido en Kaiju No. 8, se levantó entre los escombros, su mirada fija en la nueva amenaza. Sabía que tenía que luchar, pero su corazón se rompía al ver a Yuzu en ese estado.

—Hoshina, quédate atrás. Esto es entre ella y yo, —dijo Kafka con determinación.

Yuzu, ahora un Kaiju, se lanzó hacia Kafka con una furia indescriptible. Los dos colosos se enfrentaron en una batalla titánica, sacudiendo la tierra con cada golpe. Hoshina, incapaz de moverse debido a sus heridas, observaba incrédulo y lleno de dolor.

El aire estaba cargado de tensión. La silueta de Yuzu, ahora transformada en un imponente Kaiju, se destacaba en el horizonte. Kafka, en su forma de Kaiju No. 8, se erguía frente a ella, listo para la batalla. Cada uno representaba una fuerza de la naturaleza, y el choque que se avecinaba sería monumental.

—Yuzu... No quiero pelear contigo, —dijo Kafka, su voz profunda resonando a través de su transformación. Pero sabía que no tenía elección. Debía detenerla.

Yuzu, dominada por el Kaiju en su interior, rugió con una furia inhumana y se lanzó hacia Kafka, sus enormes garras brillando con energía destructiva.

El primer golpe de Yuzu fue feroz. Kafka lo bloqueó con dificultad, el impacto resonaba en el recinto como un trueno. Retrocedió unos pasos, sintiendo la fuerza del ataque.

—Es más fuerte de lo que pensaba...

Yuzu no perdió tiempo y atacó de nuevo, su velocidad y fuerza incrementadas por la energía del Kaiju. Kafka apenas podía mantenerse a la par, defendiéndose de sus golpes y buscando una oportunidad para contraatacar.

Aprovechando una breve apertura, Kafka lanzó un puñetazo directo al torso de Yuzu, enviándola volando hacia atrás. La tierra tembló cuando ella cayó, pero rápidamente se levantó, más enfurecida que antes.

—Lo siento, Yuzu. Pero tengo que hacerlo.

Kafka reunió su energía, preparando un ataque devastador. Un rayo de energía azul brillante salió disparado de su boca, directo hacia Yuzu. Ella lo esquivó por poco, pero el rayo impactó en el suelo, creando una explosión que los cubrió de escombros.

Ambos se lanzaron al combate cuerpo a cuerpo. Las garras de Yuzu se clavaron en la piel de Kafka, arrancando trozos de carne y escamas. Kafka respondió con un golpe brutal, fracturando las defensas de Yuzu.

—¡Roooaaar! —rugió, el sonido lleno de dolor y rabia.

—¡Yuzu, resiste! ¡Lucha contra él! —gritó, intentando llegar a ella a través del caos.

Desde la distancia, Hoshina observaba la batalla con desesperación. No podía intervenir directamente, pero sabía que debía hacer algo para ayudar.

—Kikoru, ¿hay alguna forma de detener esta locura?

Amor sin límites: Hoshina y YuzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora