Enamorada del hermano de Miércoles (Enid x Tn)

11-Los ideales rompen amistades

La academia fue puesta en alerta y enseguida actuó con las medidas adecuadas a la situación. Aunque se sabía que el agresor había escapado pues varios testigos captaron a una persona con las características similares a Kemich lejos de la zona. Por si acaso, se dejarían las medidas durante un tiempo.

Mientras tanto, Tn había sido operado varias veces y puesto con máquinas, logró sobrevivir pero estaba muy herido para moverse. Enid cada día acudía a cuidarlo después de las clases y hacer los deberes. Su actitud siempre amable estaba desaparecida y ahora solamente tomaba de la mano a su chico mientras aguardaba a que despertase.

—Enid—llamó su roomie—ve a descansar, yo me quedaré con él.

—No, soy su novia

—Y yo su hermana, necesitas descansar un poco. Ya escuchaste a los médicos, se pondrá bien.

Tras unos pocos segundos, la loba se marcharía para poder descansar. Le costaba arreglarse debido a la situación de su novio, pero lo hacia porque quería verse guapa cuando este despertase. Aunque muchas veces Tn le había dicho que le daba igual pues para él, ella siempre estaba guapa.

En su habitación, la rubia lloraba hasta quedarse dormida. La situación era demasiado para ella y únicamente quería estar con él de nuevo.

Tn tardó una semana en despertar desde el ataque. Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de donde estaba y recordó todo lo sucedido. Al mirar cerca suyo, vio a la loba dormida a su lado y tomando su mano. Estaba con las máquinas conectadas pero como pudo, alargó la mano libre para acariciar el cabello de ella. Parecía que había pasado una eternidad desde que sintió ese tacto tan sedoso y suave. Ella lentamente se fue despertando, bostezó y al verlo despierto y sonriendo, rompió a llorar antes de abrazarlo con suavidad.

—¡Has despertado! —exclamó ella sonriente—no puedo creerlo.

—Pues será mejor que te lo creas—ella le dio un pequeño beso, echaba en falta esos labios.

Enid llamó a su hermana y los tres hablaron un poco mientras el joven bebía agua. Al estar tan cansado por la medicación y heridas, decidió usar su telepatía para hablar.

—¿Qué relación tienes con ese asesino? —le preguntó ella cruzándose de brazos y de manera directa como era costumbre.

—Fuimos amigos en el otro instituto...verás...

Hace años, cuando se marchó a otro lugar a estudiar, Tn conoció a Kemich con quién enseguida forjó una gran amistad. Estaban juntos siempre en todas las bromas y formaron un pequeño grupo de amigos. Pero ellos dos eran los que mejor se llevaban, además de ser muy inteligentes y tratar de superar al otro, aunque eran más amigos que rivales.

Con el paso del tiempo y el crecimiento de los debates, Tn y Kemich tocaron un tema el cual marcaría un antes y un después en ellos. El tema de los excluidos y normies, lo hicieron tomando libros o entrando a debates. Los dos creían que los excluidos debían regir las normas de la sociedad pues tenían las actitudes, habilidades y demás para hacerlo. Por no hablar de que sabían que dichos dones debían ser utilizados para cambiar la sociedad. Kemich quería asentar los pilares de la sociedad y crear un lugar donde ellos pudieran no solamente sentirse libres, sino tener el poder de cambiar las cosas a su libre elección. Y creía que él estaba capacitado para ser un gran líder.

—Los excluidos tenemos ese poder, ese don de mostrar el camino correcto—decía Tn mientras tomaba algo de café—hemos sido perseguidos por ello, nos tienen miedo y envidia de lo que ellos nunca serán.

—Esta claro mi buen amigo, nosotros mostraremos el camino de la rectitud. Con nuestras familias, poder, dinero y contactos...cambiaremos está sociedad injusta.

Los dos brindarían en ocasiones por ello, elaborando normas, leyes...y toda clase de documentos. Los normies podrían llegar a sufrir por ello...pero era un castigo y un sacrificio que ambos consideraban correctos por la finalidad de su meta.

No obstante, todo cambió un buen día cuando Tn presenció varias persecuciones a normies por parte de excluidos. Pero no porque estos hubieran empezado, sino por el mero hecho de ser normies, justo lo que los marginados habían recibido. Y lo peor es que recibieron palizas, algo que Tn no consideraba correcto pues él siempre que ocurriera un caso, prefería el juicio. Aun así, el palo mayor y discusión fue cuando al contarle esto a Kemich, él ya estaba al tanto. En las sombras, había creado un grupo de gente con sus mismos ideales que seguían sus órdenes, subordinados más bien.

—Esto no es lo que hablamos, nosotros queremos justicia—le reprochó el chico.

—Exacto, y eso quiero yo...pero tenemos que hacerlo a nuestra manera. Los normies no merecen ese respeto, aprenden por las malas...tú y yo lo sabemos.

Tn se negaba a ello.

—No quiero ese camino, quiero que únicamente vayan a juicio los que tratan mal a los excluidos o normies, y lo sabes bien Kemich—dijo elevando el tono.

—¡El único camino que esa gente conoce es el de la obediencia!, ¿acaso no has visto como siempre se saltan las leyes? —le preguntó con tono malhumorado—no son más que una panda de envidiosas y sucias ratas.

—No son distintos a nosotros...los excluidos también han hecho mucho daño

—¡Porque ellos nos han marginado!.

La tensión era palpable en el ambiente, se miraban a los ojos con determinación y firmeza, convencidos de sus propias ideas.

—Lo siento, pero yo no voy a formar parte de esto—Tn se arrancó el símbolo de una espada y un escudo, algo que representaba los ideales de ambos; liderazgo y protección.

—Tn...—dijo éste sorprendido—no eres diferente a ellos.

—Soy diferente a ti, con eso me basta.

Kemich quiso detenerlo.

—Sabes perfectamente que si te marchas...esto significa que algún día tú y yo seremos enemigos...

—Qué así sea pues...yo trataré de hacerlo a mi manera y tú a la tuya. Adiós...amigo...

Cuando Tn se marchaba, el chico se le quedó viendo y sacó una pistola, apuntándolo directamente, un balazo bastaba para dejarlo sin vida. Sentía rabia porque en el fondo...él...los dos...sabían los sentimientos de éste por Tn.

Pero no pudo hacerlo y bajó el arma antes de quedar de rodillas y llorar largamente...y esa fue la última vez que se vieron. Y también, el motivo por el que el chico se había marchado para estudiar en Nevermore.

Enid y Miércoles escucharon todo esto sorprendidas pues nunca imaginaron una historia así. Ahora, la familia de Kemich junto a otras trataron de eliminar objetivos, y uno de ellos fue Tn. Por poco lo logra de no ser por la rápida intervención médica.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.