Parte 1: Legado

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El sol se alzaba sobre la pequeña aldea de Veridia, bañando los campos de trigo en una cálida luz dorada. Kael, un joven de dieciocho años, trabajaba diligentemente, su azada cavando surcos en la tierra fértil. Sus manos, aunque jóvenes, mostraban callos de años de arduo trabajo. Mientras levantaba la mirada, observó las colinas distantes y, más allá, el bosque antiguo que siempre había sido un misterio para él.

Al finalizar el día, Kael regresó a la pequeña cabaña que compartía con su tía Mabel, la única familia que le quedaba. En el desván, mientras buscaba una manta para la noche, encontró una caja antigua cubierta de polvo. La había visto antes, pero nunca la había abierto. La curiosidad lo venció esta vez. Al abrir la caja, encontró un medallón brillante con símbolos arcanos que no comprendía. Al tocarlo, una corriente de energía lo recorrió y una visión se desplegó ante sus ojos: cinco faros de luz, cada uno custodiado por criaturas míticas, y una voz que susurraba su nombre.

Desconcertado y asustado, Kael guardó el medallón y bajó corriendo las escaleras. Contó a su tía lo que había visto, esperando una respuesta lógica. Pero Mabel, pálida y temblorosa, le reveló la verdad: sus padres habían sido magos poderosos, guardianes de uno de los faros. Habían sacrificado sus vidas para protegerlo, y ahora, él era el último de su línea. Kael se negó a aceptar este destino. ¿Cómo podría un simple granjero salvar el mundo?

Esa noche, la aldea fue atacada por los esbirros de Lord Arion, un hechicero oscuro que buscaba dominar todos los faros. En medio del caos, un anciano con túnicas desgastadas apareció y ayudó a Kael y a su tía a escapar. El anciano, Eldric, reveló que era un amigo de sus padres y su mentor designado. Eldric le explicó a Kael que su destino no podía ser evitado. La magia moría y sólo él podía restaurarla.

Al amanecer, con la aldea destruida y su tía herida pero a salvo, Kael tomó el medallón y aceptó su destino. Eldric le entregó un mapa antiguo que marcaba la ubicación del primer faro y juntos emprendieron el viaje. La primera parada sería el Bosque de Sombras, donde debían encontrar a Lyra, una joven guerrera destinada a unirse a ellos en su misión...

El Último MagoWhere stories live. Discover now