Parte 15: Ecos de sombras

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Las primeras luces del amanecer se filtraban a través del dosel del bosque, revelando el campo de batalla cubierto de cuerpos y escombros. El aire, cargado con el olor acre de la magia y la sangre derramada, se sentía pesado sobre los hombros de los supervivientes. Entre ellos, Erik, Ailara, Mira y Lirion avanzaban lentamente, con la fatiga marcada en sus rostros pero con una determinación renovada en sus corazones.

—¿Lo logramos? —preguntó Mira, su voz temblando con la incredulidad y el agotamiento.

—Por ahora —respondió Erik, su mirada recorriendo los cuerpos caídos de amigos y enemigos por igual—. Pero esto no ha terminado.

En ese momento, el Dragón de Ojos Verdes descendió majestuosamente, sus alas provocando un vendaval que despejó momentáneamente la neblina de la batalla. Sus ojos, brillantes y antiguos, observaban con una mezcla de tristeza y sabiduría.

—Habéis luchado bien, valientes —tronó su voz, profunda y resonante—. Pero la oscuridad no ha sido completamente erradicada. Los Cazatalismanes están en movimiento, y buscan lo mismo que vosotros.

Ailara frunció el ceño, su mente trabajando rápidamente para comprender las implicaciones de esas palabras.

—¿Quiénes son los Cazatalismanes? —preguntó, su tono grave.

—Son un grupo de seres oscuros y ambiciosos —explicó el dragón—, conocedores de la existencia del talismán y sus poderes. Sus líderes son antiguos magos corruptos, que han jurado usar el talismán para dominar el mundo.

Lirion asintió, recordando historias que había leído en los textos antiguos.

—Debemos detenerlos antes de que lo encuentren —dijo, su voz firme.

—Así es —confirmó el dragón—. Y no estamos solos. Hay facciones y razas que se unirán a nosotros en esta guerra. Debéis encontrar a los líderes de cada grupo y formar una alianza.

Erik, asumiendo su papel de líder, comenzó a trazar un plan.

—Ailara y Mira, vosotras os dirigiréis al Valle de los Faunos. Son aliados naturales y su conocimiento de la tierra puede ser invaluable. Lirion y yo iremos a las Montañas de Fuego para buscar la ayuda de los enanos. Y tú, dragón, ¿puedes contactar con los espíritus del bosque y las criaturas mágicas?

—Así lo haré —respondió el dragón—. Nos encontraremos en la Fortaleza de Aldor, en la frontera de las tierras oscuras. Desde allí, organizaremos nuestra ofensiva final.

Con un acuerdo silencioso, los héroes se separaron, cada uno emprendiendo su camino hacia su respectiva misión. El viaje no sería fácil, pero la esperanza que habían encontrado en su victoria parcial les daba la fuerza necesaria para seguir adelante.

Mira y Ailara, moviéndose con la gracia y la agilidad de los elfos, llegaron al Valle de los Faunos al caer la tarde. El lugar era un paraíso verde, lleno de vida y energía. Allí encontraron a un fauno llamado Faelion, un ser alegre y sabio que recitó una poesía que llenó el aire de magia:

En el corazón del valle donde el sol acaricia,
Bajo las hojas verdes y el cielo que reluce,
Danzan los faunos, con risa y caricia,
Guardan los secretos que la noche conduce.

Faelion, con sus ojos brillantes y su risa contagiosa, escuchó atentamente la petición de las elfas.

—Ayudaremos, sin duda —dijo, su tono alegre tornándose serio—. La oscuridad amenaza nuestra alegría, y debemos defender nuestro hogar.

Mientras tanto, Erik y Lirion se enfrentaban a los peligros de las Montañas de Fuego. El camino era arduo, lleno de acantilados traicioneros y criaturas hostiles. Pero los enanos de Durin, impresionados por la valentía de los héroes y la amenaza común, acordaron unirse a la lucha.

De vuelta en el bosque, el Dragón de Ojos Verdes reunía a los espíritus y criaturas mágicas, uniendo a todos los seres bajo una única causa. Con cada aliado ganado, la esperanza crecía.

El capítulo concluye con los protagonistas, ahora reforzados por nuevos aliados, encaminándose hacia la Fortaleza de Aldor, donde el destino del talismán y del mundo entero se decidiría en la batalla final. Los ecos de las sombras aún resonaban, pero la luz de la esperanza brillaba más fuerte que nunca.

El Último MagoWhere stories live. Discover now