Capítulo 34

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Aunque no lo admitiera, Neuvillette siempre tendría el tiempo y la disposición para ir con el viajero (claro que solo cuando cierta joven lo acompañaba).

Usualmente sus aventuras eran de un día y siempre bajo la protección de la nación del agua. Algunas veces sus visitas cambiaban momentaneamente a alguna nación vecina, pero de todas formas solo eran un par de horas.

Así que ninguno de los fontanianos se explicaba cómo habían terminado en la delimitación de Liyue y Mondstadt.

"Un poco más adelante y llegaremos" a paso firme y alegre el viajero les enseñó.

Furina, que iba junto a Neuvillette, lo miró cansada. "Eso me queda claro por el paisaje, pero dime.... Exactamente por qué estamos yendo allá?"

"Pues porque quiero que cambiemos de aires de vez en cuando. Además, puedo presentarles a unos amigos" su ancha sonrisa se desvió a un lugar que le resultaba familiar. "Miren!!! Ahí adelante está el viñedo amanecer. Mi amigo es dueño del lugar"

Ambos peliblancos miraron la gran residencia. Sin duda el viajero tenía sus contactos en cada nación.

Continuando su camino llegaron a la aldea aguaclara, donde el rubio prácticamente los dejó solos mientras él hablaba animadamente con algunos aldeanos.

"Paimon piensa que están muy callados. A caso están molestos?" La pequeña hada flotante preguntó

"N-no para nada!!!" Furina rápidamente respondió "es solo que ninguno estaba preparado para un viaje largo" forzó una sonrisa

Paimon intercaló miradas entre el soberano y la chica buscando confirmación, a lo que solemne, Neuvillette asintió.

"En ese caso Paimon le dirá al viajero que continuemos antes de que se vuelva más tarde" alejándose como el viento los dejó ahí parados. La hirritación de Furina subió y suspiró.

"Todo está bien, Lady Furina?" Con preocupación Neuvillette se acercó y la miró de cerca. Normalmente no invadiría su espacio personal, pero en ese momento sentía que algo no andaba bien.

"Solo Furina, por favor" regañó "y si... Estoy bien, solamente estoy un poco abrumada. Conocer nuevas personas me pone los pelos de punta. Solo espero que el viajero sepa lo que hace"

Neuvillette sonrio comprensivamente y poco después el mencionado apareció frente a ellos para continuar su viaje.

Estando casi por llegar al puente de la ciudad Neuvillette comenzó a quedarse atrás. Su atención estaba por las nubes y recordó que no había probado el agua de mondstadt en su propia nación.

"Neuvillette?" El viajero volteó al sentir lejos su presencia.

"Si me lo permites, quisiera quedarme aquí un momento. Los alcansaré mas tarde"

Furina y el viajero intercambiaron miradas sabiendo lo que quería. Con una sonrisa adornando su rostro accedieron. "Nos vemos en la taberna, no vayas a perderte" gritó desde lejos a Neuvillette

Despidiendolos con la mano, retomó su propio camino hacia la orilla del lago.

La familiaridad del agua en sus manos fue instantanea. En cuanto los finos guantes de cuero abandonaron su legítimo lugar, Neuvillette hundió su mano y sonrio al sentir su textura.

Historias Neuvillette/FurinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora