Capítulo 31

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Se despertó con la luz filtrandose por la ventana. La cálida sensación de sus mantas sobre su cuerpo y su cómoda posición le impedían salir de su lugar.

Reacomodandose en la cama, dejó que la misma calidez se instalara en su rostro. La paz que sentía en ese momento era tal que simplemente se negaba a dejarla ir.

Claro que, chevalmarin no estuvo de acuerdo. Rápidamente le quitó las mantas con ayuda de craballetta mientras usher básicamente la tiraba de su cama

Furina suspiró resignada desde el piso así y empezó su día.

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"Oh, hola. Que te trae por aquí, viajero?" Le brindó una pequeña sonrisa antes de darle una indicacion para que pasara a su casa. "Solo vengo a pedirte que me acompañes a un lugar, si estás libre claro"

Furina se preguntó vagamente para qué la necesitaba y si bien, realmente no tenía nada que hacer, no tenía planeado salir de viaje pronto.

El viajero pronto le explicó su situación y la falta de aventureros que usualmente lo apoyaban. "Estás bien con eso? Prometo que solo será una semana" suplicó con ojos de cachorro.

"Una semana...." Murmuró para si misma "supongo que está bien pero... tienes los recursos para mantener a los viajeros?" Una sonrisa nerviosa adornó su rostro. Usualmente no se encontraba corta de dinero, pero en ese momento la tomó sin mora extra en su bolsillo

La ceja del rubio se arqueó en duda. "Quiero decir, mi situación económica en este momento es... Un poco inestable y..." comprendiendo lo que quizo decir, el viajero le aseguró que no habría problemas.

"Bueno, te espero en el puerto lumidulce" se despidió con una mano y se alejó poco a poco.

Furina se quedó pensando en su puerta durante unos minutos hasta tomar una desición. "Supongo que comprar provisiones no está de más..."

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Finalmente y con visión en mano, se encontró con el viajero y con un par de caras conocidas con las que antes tuvo la oportunidad de viajar. "Viajero!, Kazuha!, Bennett!" Saludó con entusiasmo mientras corría a toda velocidad.

"Lady Furina!" Pronto Bennett corrió a su encuentro y ambos se tomaron de las manos como viejos amigos. A su espalda sintió una aguda mirada perforarle la espalda, pero como siempre tenía mala suerte lo ignoró.

"Y bien?, a dónde iremos esta vez?" Furina asomó su cabeza para ver mejor a los otros chicos en el lugar. Algunas preguntas más se formularon en su cabeza pero entonces detectó (finalmente) una cuarta presencia que no había visto. "Eh?..." Parpadeó para comprobar que no estuviera soñando y entonces....

Neuvillette. Su querido juez del tribunal supremo. Parado con los brazos cruzados y mirada plana. Al verla le sonrio, breve y casi imperceptible, pero aún así....

Ambos se saludaron con un pequeño asentimiento de cabeza para posteriormente ser guiados por el viajero a un punto de teletransporte que poco después reconocerían como mondstadt.

El grupo caminó tras el rubio sin decir nada, o al menos casi todos. "Así que... solo te abasteces con macarrones? Es asombroso Lady Furina!" Los ojos de Bennett brillaron al escuchar la vida diaria de la chica

Historias Neuvillette/FurinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora