Solo weas aleatorias, ideas que tengo, garabatos y cosas que me pasen o yo que se. Un libro bastante random, no le busquen explicación a lo que publique aquí
#1 en quejas 14/03/22
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Hace tiempo hice un capítulo opinando de Hazbin Hotel, y ya tocaba hacer la segunda parte que prometí, la cual les dejé elegir
"Agujeros de guion en Hazbin Hotel"
Así que vamos a ello.
1– Las armas de los ángeles
Empezando con el que, según yo, es el más obvio: Los ángeles dejan sus armas clavadas en los demonios cuando los matan.
Aqui hay varios puntos a destacar
-La cantidad absurda de armas usadas, en lugar de solo una.
-El hecho de que dejar clavada el arma en un enemigo hace que tarde más en morirse, ya que bloquea el riego de sangre (ni matar bien saben)
-Y la más importante: Al hacer eso, los ángeles están dejando por ahí tirados, al alcance de cualquiera, los únicos objetos capaces de matarlos. Es como si Superman repartiese kriptonita a sus enemigos antes de luchar contra ellos.
O sea, ¿y luego se sorprenden de qué los demonios hayan descubierto cómo matarlos? xd
2– Vaggie no sabe cómo matar a los ángeles
Continuando con el anterior, Vaggie de alguna forma no sabe que los ángeles pueden ser matados con esas armas, a pesar de que:
1- Es algo sabido por todos los ángeles, y ella es un ángel.
2- UNA DE ESAS ARMAS LE ARRANCÓ EL OJO.
Incluso si no supiese directamente que esas armas MATAN a los ángeles (porque no sabe deducir cosas), sí que sabe, por experiencia, que pueden herirlos de gravedad. Y aún así, no se le pasa por la cabeza decirlo.
3– El miedo inexplicable del cielo al infierno.
En el primer episodio, se dice que "las purgas anuales se organizan para evitar que el infierno se haga demasiado poderoso y ataque al cielo"
Eso no tiene sentido por una razón muy simple: La única cosa capaz de matar a los ángeles existe únicamente en el cielo.
El infierno no tiene manera de "hacerse demasiado poderoso" porque no pueden matar o atacar a los ángeles de ningún modo. Las únicas armas que logran las consiguen por culpa de las propias purgas, y de que los ángeles se dejen las armas por ahí.
