Dinastía (Camren)

CAPÍTULO #15

Esta es una adaptación de la historia de Lynne Graham llamada "Dinastía Griega".

————————————————————————-

-¿Sigues pensando en ir luego a Londres para asistir a esa conferencia? -le preguntó a Brad.

Brad asintió y, a continuación, preguntó:

-¿Por qué?

-Si Camila no está ocupado, quizá te pida que me acerques a Londres.

En su habitación, Lauren telefoneó a Camila:

-¿Camila? Soy Lauren...

Con gesto perentorio, Camila pidió a sus trabajadores que se fueran. Se formó una sonrisa en su atractivo rostro, ya que había estado esperando su llamada. Se apoyó en la mesa de granito pulimentado con una relajada actitud que hubiera enfurecido a Lauren si ésta la hubiera visto.

-¿Cómo estás? -preguntó Camila.

-No demasiado bien, la verdad -le confió Lauren con sinceridad-.

-Estaré en Londres esta tarde. ¿Podemos vernos y hablar?

-A las cuatro en punto en mi apartamento -propuso Camila con un tono de satisfacción plena-.

-Tengo muchas ganas de verte.

Lauren había tenido dos semanas para pensar las cosas detenidamente, reflexionó Camila. Ahora Lauren sabía que le sería imposible obtener el divorcio acorto plazo. Así que, ¿por qué iba ella a intentar echar por tierra la buena relación que ellos dos siempre habían tenido? Con toda seguridad ahora estaría más dispuesta a apreciar lo buen esposa que ella podía llegar a ser. Si elegía serlo, claro está.

Y si, como le había echado en cara, ella había querido que ella lo hubiese sido hacía ocho años, ¡que se hubiera comportado entonces como una esposa de verdad en lugar do echar a correr en cuanto encontraba la mínima oportunidad! Para Camila había sido un suplicio seguir una estrategia de espera con Lauren durante dos semanas. Cuando encontraba algún obstáculo, le gustaba actuar rápidamente y devolver los golpes con fuerza. No quería el divorcio. Ya se lo había dicho, pero ella no quería escucharle.

Estaba reprimiendo su instinto agresivo natural en un paciente y educado intento de hacerle ver a Lauren que estaba equivocada. No creía que pudiera salir victoriosa. Camila tenía que reconocer que, en general, la gente no le creía demasiado cuando tocaba el tema del matrimonio. Sus propios abogados apenas habían podido ocultar su sorpresa cuando Camila les informó que utilizaría cualquier medio para impedir el divorcio que le solicitaba su mujer.

Y cuando Fernando Jauregui le había visitado para compadecerle por la estupidez de Lauren, a Camila le había disgustado tanto la insultante manera que tenía de hablar de su nieta, que le dijo por fin lo que pensaba de él. Como resultado de ese exceso de confianza, Camila esperaba que Jauregui International le declarara la guerra, puesto que Fernando no era un hombre al que le gustara recibir golpes sin devolverlos. Cuando, por la tarde, Lauren subió al confortable coche de Brad, éste se encontraba hablando por el teléfono móvil. Lauren se comportó pacientemente mientras Brad hablaba con Stella, la viuda de un amigo.

Estaba explicándole qué era lo que tenía que hacer para arreglar un escape en un radiador. Habían pasado dos años desde que el mejor amigo de Brad muriera de cáncer, dejando sola a Stella con tres hijos. Brad visitaba su casa con regularidad. Lauren nunca le había preguntado a Brad si algún día se atrevería a decirle a Stella lo locamente enamorado que estaba de ella. El gran secreto de Brad era que ya estaba enamorado de ella mucho antes de que su amigo muriese.