Dinastía (Camren)

CAPITULO #19

Esta es una adaptación de la historia de Lynne Graham llamada "Dinastía Griega".

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Lauren bajó la mirada y observó el papel que había sobre la mesa: un recorte de revista que mostraba la fotografía que el periodista les había sacado a Brad y a ella en el restaurante. ¿Había aparecido de verdad en las revistas esa fotografía robada? Lauren se sintió aterrada al comprobar lo equivocada que podía resultar la impresión que daba una fotografía como ésa. Allí estaba, tomando a Brad de las manos. Sus lágrimas, por el contrario, no habían salido en la foto. Simplemente parecía estar mirando a su compañero con romántico interés. Intentó decirle a Camila que la foto no era más que un equívoco, pero sus labios se detuvieron antes de empezar a hablar. Recordó los recortes de los amoríos de Camila y su corazón se endureció como un bloque de granito. Apretó los labios y no dijo palabra. ¿Así que a Camila no le gustaba que se hubieran cambiado los roles? Camila esperó a que Lauren le diera una explicación y negara lo que la foto parecía dar a entender. Sabía que era incapaz de mentirle, pero al ver que seguía en silencio se sintió mareada y vacía por dentro. De pronto, el solo hecho de pensar le resultaba difícil. Y entonces, repentinamente, desapareció el mareo y el vacío dejando en su lugar una cólera corrosiva que le impedía mirar siquiera a su esposa.

-Tienes veinticuatro horas para tomar una decisión...

-¿Veinticuatro horas? -repitió ella consternada.

-No lo has entendido todavía, ¿verdad? -Camila la miró de nuevo con un duro gesto que indicaba que había tomado una decisión-. 

-Aunque te salve de tus problemas económicos, la granja de Craighill ya no será tu hogar nunca más. No puedes quedarte aquí.

-¿Aunque me salves de mis problemas económicos? Pero si dijiste que...

-Piénsalo bien -dijo Camila con tono abrasivo-. 

-Fernando no permitirá que compre la granja y te la devuelva. Eso es precisamente lo que espera que haga. No me la venderá y, por otro lado, es bastante inteligente como para dejarse engañar por un falso comprador que haga de tapadera. Tengo que encontrarte un nuevo lugar para que podáis vivir los animales, Normani, Dinah y tú. 

Lauren luchaba con todas sus fuerzas para admitir todo lo que Camila estaba diciéndole.

-¿Un nuevo lugar? ¿Para todos nosotros? -exclamó Lauren-.

-Pero eso es imposible...

-Un poco difícil si consideramos que tenemos tan poco tiempo, pero no imposible. Si invierto la suficiente cantidad de dinero y personal en esta operación, lo conseguiré. Lo conseguiré por ti.

Lauren se encontraba muy tensa ante la presencia de Camila. Se encontraban tan cerca, que casi podía tocarla y le horrorizó reconocer que precisamente era eso lo que quería hacer. Había recibido demasiados golpes últimamente y, en el fondo de su mente, todavía guardaba la convicción de que Camila obraría un milagro y haría que todo volviese a la normalidad de nuevo. Ahora se decía que no, que eso no era posible y que la situación era incluso peor de lo que se imaginaba. Incluso contando con el apoyo de Camila tendría que irse de la granja de Craighill igualmente. Empezaba a dolerle la cabeza. Le daba vueltas a pensamientos absurdos y vagos entre los cuales, sin embargo, uno tenía una claridad cristalina:

-Si me obligas a seguir casada contigo imponiéndome esas condiciones, perderás mi confianza para siempre -le avisó Lauren fieramente.

-A veces, uno no tiene elección -Camila la desafió con sus dorados ojos-.