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—Hyunjin—
La claridad de la luz entrando por las ventanas apenas y me permitía abrir los ojos, no recuerdo en qué momento me quedé dormido, pero estoy recostado en la suave cama, Felix está dormido a mi lado ¿Cómo llegué aquí? Recuerdo que me encerré en el baño y luego tuve un ataque de pánico, tengo recuerdos muy vagos de la discusión con mi sol, ¿Sigue siendo mi sol?.
Se ve tan lindo durmiendo, parece un tierno gatito, su boca está entreabierta y su cabello rubio está completamente despeinado ¿Cómo se supone que debo vivir sin ver este rostro angelical todas las mañanas? Joder soy un imbécil, un maldito imbécil por pensar que al tener suficiente dinero para comprar todo lo que a mi Sol se le antoje podríamos tener una vida larga y feliz pero maldita sea, lo descuidé y ahora él quiere alejarse de mí, mi maldito corazón débil no lo soportará.
—¿Por qué lloras?— Su voz adormilada me asustó, pasé mis manos por mis mejillas para limpiar las lágrimas, no quiero que piense que soy un débil y bueno, en realidad soy débil pero solo con él, él tiene el poder de destruirme si así lo desea.
—P-perdón— Respiré profundamente para controlar mi voz temblorosa, él sonrió y estiró su mano hasta mi mejilla, con su dedo pulgar me acarició, dios, Felix deja de jugar conmigo ¿que no ves que tengo un corazón de cristal y puedo morir con solo ver tu sonrisa y esos ojitos brillantes?.
—¿Por qué te disculpas, tonto?— Preguntó, se sentó y se me lanzo a los brazos y como un bebé llorón que no puede controlar sus emociones, lo apreté más a mí cuerpo y lloré hasta que sentí que ya no me quedaban más lágrimas.
—¿Termimaste?— Lo escuché preguntar, nuestros cuerpos se separaron y una tierna sonrisa se formó en sus labios.
—Si, ya acabe— Respondió aún con dolor en mi pecho, la sonrisa se le borró y ahora se veía enojado ¿Cómo puede ser tan bipolar?.
—Eres un imbécil— Empezó a golpear mi pecho y ahora era él quien tenía sus ojos llorosos —Imbécil, imbécil, imbécil— Gritó una y otra vez hasta que se cansó y escondió su cabeza en mi pecho —Pensé que te perdería— Sollozo y ¿Que acaso no es lo que quiere? ¿Que desaparezca de su vida?
—Debiste déjarme morir— Susurré, él se separó bruscamente.
—¿Que dijiste?— Preguntó con su ceño fruncido.
—De todos modos cuando me dejes voy a morir, Felix, yo te amo y se que fuí un idiota al descuidarte y merezco que te hayas cansado de estar solo, merezco que hayas dejado de amarme... —Mi corazón empezó a doler nuevamente, sentí que la respiración me estaba empezando a faltar, maldita sea ¿Por qué tuve que nacer defectuoso?.
—Jinnie, respira por favor— Su voz siempre me calma.
—Por favor vuelve a amarme ¿Puedes?— Lo tomé de sus manos y bese el dorso de estas.
—Jinnie, yo nunca he dejado de amarte— Su rostro decía que no mentía pero entonces ¿por qué va a dejarme? Yo lo amo y él a mí ¿Por qué tenemos que separarnos?.
—Pero aún así me dejaras— Reí con nostalgia.
—Hay una razón por la que debo dejarte, Jinnie, no te he dicho nada por miedo a que tú corazón no lo soporte y... —Rompio en llanto, se volvió a ocultar en mi pecho, acaricié su cabello y bese su cabeza.
—Voy a ser fuerte, te lo prometo— Al menos lo intentaré, ¿Por qué mi corazón tiene que ser tan malditamente débil?.
—Esta bien, te contaré todo Jinnie, solo promete que no entraras en pánico y te mantendrás lo más tranquilo que puedas—
—Lo prometo amor— Felix me pidió que nos volviéramos a acostar y lo hicimos, él se recostó sobre mi pecho y sus manos hacian dibujos imaginarios sobre mi abdomen.
—¿Recuerdas el día que pensé que me pediras el divorcio?— Joder como olvidarlo, casi me da un infarto.
—Sii, lo recuerdo— Aún tengo grabados sus ojitos rojos y llorosos.
—Ese día fuí a ver a Jeongin por qué me dolía la cabeza— Quise gruñir al escuchar el nombre de su mejor amigo, pero respire y dejé que continuará.
—Me hicieron una radiografía de cráneo— hizo una pausa y pude imaginarme lo que estaba por decir.
—Tengo un tumor cerebral— Me paralice —Voy a morir, Jinnie— todo mi mundo se vino abajo, sentí que mi corazón se desprendía de mi pecho, todo a mi alrededor empezó a dar vueltas, se que le prometí ser fuerte pero no puedo.
—¿Jinnie?— Escuché su voz pero se escuchaba tan lejos —¡Jinnie!— Yo estaba en shock —Jinnie, reacciona maldita sea— Sentí un golpe en mi mejilla ¿Me acaba de golpear? —Lo prometiste, Jinnie— Escuché su voz llorosa y luego reaccioné, Felix estaba sobre mí haciendo presion en mi pecho.
—¿Cuá-cuánto tiempo tenemos?— Pregunté, digo tenemos por qué cuando él muera mi corazón no resistirá su partida y dejará de latir —¿Cual es tú plan?— Él sonrió entre lágrimas y me abrazó.
—Gracias por no pedir que me haga la cirugía— susurró en mi oído, se perfectamente los riesgos de esa cirugía y conozco a mi sol más que nadie y sé que no se la quiere hacer, no piensa arriesgarse a morir en una sala de hospital justo como mi madre.
—Terminemos nuestras 365 citas y si logro completarlas sin morir en el proceso, entonces me haré la cirugía y que sea lo que dios quiera.
