"Tu alma gemela no
Siempre será el amor
De tu vida"-Felix-
Tres días después del incidente en el que tuve que confesarle todo a Hyunjin, regresamos a Corea, no hemos tenido una tercera cita, todo está como antes entre nosotros, Hyunjin volvió a ser el Jinnie amoroso del que me enamoré, dejamos de lado el hecho que ambos podemos morir en cualquier momento y nos concentramos en el presente, prometimos que viviríamos cada día como si fuera el último.
-Y... ¿Que tal todo con Hwang?- Jeongin preguntó y para aclarar, no estoy en una cita médica, solo salimos a tomar un café como los buenos amigos que somos.
-Sigue sintiendo celos de tí- Tomé un sorbo de mi chocolate con malvaviscos, es mi favorito aunque Innie diga que sabe a vómito de navidad, Pero prefiero mil veces el vomito de navidad que el americano sin azúcar que Jinnie y Jeongin toman, en eso se parecen, comparten el mismo gusto por las bebidas amargas.
-Me alegra que siga siendo así, que siga pensando que en algún momento tú vas a dejarlo y te vendrás conmigo- Su tono de voz dice que está bromeando pero yo sé que en él fondo Innie sigue deseando que algún día lo elija y eso hace que mi pecho duela ya que ambos sabemos perfectamente que eso no sucederá, mi deseo para él es que algún día aparezca alguien que lo haga olvidarse de los sentimientos que tiene por mí.
Alguien un día dijo:
"Encontraras a tú alma gemela Pero no estarán destinados a estar juntos, por qué no es el amor de tú vida"
Bueno creo que lo dije mal Pero el casó es que se que Jeongin es mi alma, lo supe desde el primer momento en que nos conocimos, teníamos tanto en común, ambos sentimos una conexión inexplicable, era como si estuviéramos destinados a estar juntos pero no de una manera amorosa, no departe de mí.
-Le conté sobre el tumor- Hablé de repente, la expresión de Jeongin cambio completamente, no sabía si estaba sorprendido por qué le juré que no le diría o por que Hyunjin no murió en el proceso.
-¿Y como lo tomó?- Preguntó casí tartamudeando.
-Casí lo pierdo- Le respondí comenzando a pellizcar mis dedos - Tuvo un paró cardíaco y tuve que llevarlo al hospital- La expresión de Jeongin ahora cambio a una de sorpresa y duda.
-¿Tan mal está su corazón?- Hizo la pregunta como si antes no hubiese creído que Hyunjin tenía corazón de cristal.
-Esta tan mal que al momento de que yo muera él corre el riesgo de morir también- Mi garganta empezó a cerrarse, era como si algo se me hubiera quedado atorado en ese lugar, sentí un pinchazo en el pecho, dolía pensar que yo puedo ser el causante de la muerte del amor de mi vida, no me dí cuenta cuánto tiempo estuve pellizcado mis dedos hasta que sentí las suaves manos de Jeongin sobre las mías.
-Deja de hacerte daño, esto no es tú culpa, pollito, toda esta mierda solo es parte del cruel destino- Y a ésto me refiero cuando digo que somos almas gemelas pues a veces él sabe los pensamientos torturantes que hay en mi cabeza.
No pude evitar llorar mientras sentía como Jeongin envolvía mis dedos en banditas con diseño de huellas de gatito, mis favoritas.
-Pero...
Intente hablar pero el dedo índice de Jeon sobre mis labios, me lo impidió.
-No quiero que vuelvas a pensar que toda esta mierda es tú culpa- Pasó un pañuelo sobre mis mejillas y seco mis lágrimas -El destino es una jodida porquería, el mundo es una porquería, pero no dejes que toda esa mierda apague tu brillo, tú naciste para brillar, mi querido Yongbokie, yo sé que ni ese terrible tumor logrará apagar tú brillo, ahora deja de llorar como un cachorro por que yo estoy contigo y no dejaré que nada te pasé, cuando decidas hacerte la cirugía, yo mismo me encargaré y me aseguraré de que seas uno de ese 5% que sobrevive.
Es una promesa.
Se que él puede, no por nada es el mejor cirujano de Corea, pero aún así, tengo miedo.
Después de un largo desayuno con mi mejor amigo, regresé a casa, mi ánimo estaba más alto, siento que Jeongin debió ser psicólogo ya que cada vez que lo veo me sube el autoestima a un 50% y al llegar a casa Hyunjin suma ese otro 50%.
Cómo ahora.
Entre a casa, deje mi abrigo en el perchero y las llaves sobre la repisa, un agradable olor a carne marinada me recibió y también un lindo y sonriente esposo, todo es como debe de ser.
-Bienvenido a casa, amor- Jinnie se acercó y dejo un casto beso en mis labios -¿Que tal el desayuno con... -No completo las preguntas cuando su mirada cayó en sobre mis dedos.
-No preguntes por favor- No quería arruinar el bonito ambiente que me había recibido.
-Esta bien, no preguntaré Pero sabes que en algún momento tenemos que hablar sobre esto ¿Cierto?- Yo solo asentí.
-Cariño- Hablé al sentir el olor a quemado.
-Sip- Respondió él viendo fijamente mis labios.
-La car-...- Sentí sus labios sobre los míos y no pude evitar gemir.
-Bebé- Lo separe usando mucha fuerza de voluntad, Jinnie intento volver a besame pero coloque mi mano sobre mis labios y solté una carcajada cuando lo ví fruncir sus cejas y hacer un puchero, demasiado tierno para mí sensible corazón.
-La carne se está quemando, Jinnie- Me volví a reír cuando él regresó a la mesa soltando maldiciones.
-Mierda, mierda- Refunfuño -Queria prepárate el almuerzo Pero soy un desastre en la cocina- Y claro que era un desastre como chef, pues el desorden en la cocina lo decía todo.
-Tranquilo- Lo tomé de las mejillas y uni nuestros labios un segundo -Prepararemos más, juntos- La sonrisa en el rostro de Jinnie vale más que cualquier tesoro.
Limpiamos la parrilla y volvimos a colocar más carne sobre ellas, nos sentamos al rededor de la mesa, bueno yo me senté sobre las piernas de Jinnie y fue el mejor almuerzo de toda mi vida.
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365 Citas Antes de Morir (Hyunlix)
Roman d'amourMi matrimonio con Hyunjin estaba cada vez más roto, solo era cuestión de días para que él me pidiera el divorcio.