365 Citas Antes de Morir (Hyunlix)

Capítulo 10

Prometí amarte y
Cumpliré mi parte, voy
A amarte hasta mi último
Suspiro.

Cuarta cita: Hyunjin.

Felix duerme como un lindo gatito bebé, verlo dormir me llena de satisfacción, su rostro se ve como el cielo lleno de estrellas, puedo formar constelaciones con sus preciosas pecas, Dios, estoy tan enamorado de él, quiero amarlo siempre, cuidarlo, demostrarle lo especial que es para mí, no quiero que en ningún momento llegue a pensar que estoy con él por lastima, porque no es así, estoy con él porque lo amo y quiero que cada día juntos sea maravilloso.

—Jinnie— Suelta un bostezo y me abraza más fuerte, su cuerpo es tan cálido, Lixie es el ser más hermoso que he conocido, quizá en su vida pasada fue un ángel o quizá una bella hada, a lo mejor fue un principe, el principe más hermoso de algún reino, el príncipe perfecto con el cual todas las doncellas quieren casarse.
—Te amo Jinnie— Susurra aún con sus ojos cerrados, su pequeño cuerpo su sube al mío, le encanta dormir en esa posición, dice que el sonido de mi corazón y el movimiento de mi pecho al respirar hacen que su cuerpo se relaje y pueda dormir agusto.

—Tambien te amo mi pequeña hada— Dejo un beso sobre su cabeza y vuelvo a caer en los brazos de Morfeo, he tomado vacaciones en la empresa así que podemos dormir hasta que nuestro estómago gruña pidiendo comida o hasta que nuestros cuerpos duelan de estar tanto en la cama.

—¿A dónde vamos?— Felix me pregunta mientras me observa manejar, su mirada tierna me está volviendo loco, ¿Como un hombre adulto puede verse de esa manera?.

—A una cita corazón— Le contesté con simpleza y lo veo hacer un puchero, aprovecho que el semáforo está
en rojo y beso sus suaves labios, son tan adictivos que no me quiero separar Pero los autos de atrás ya nos están bocinando, son unos jodidos desesperados.

—Eso ya lo sé mi vida, Pero sabes que no es a lo que me refiero— Susurra contra mis labios, ambos negandonos a separar, sintiéndonos hechizados por el otro.

—Vamos a la pista de patinaje— Contesté y la emoción que ví en su rostro fue más que satisfactorio, sus ojos rasgados brillan como dos pequeñas estrellas y sus labios forman una media luna cuando sonríe.

—¿Recuerdas la primera vez que me llevaste a patinar?— siento como Felix coloca su mano sobre la mía y deja caricias con sus dedos.

—Como olvidarlo, aún tengo cicatrices en mis rodillas de las caídas que tuvimos, creo que éramos los peores patinadores en esa pista— Sonreí al recordar ese momento, cada recuerdo con Felix es una montaña rusa de emociones, me arrepiento tanto por dejar de prestarle atención y concentrarme mas en la empresa cuando le prometí que él siempre sería mi prioridad, aún recuerdo nuestros votos matrimoniales.

—Prometo que siempre serás mi prioridad, siempre serás mi primera opción, prometo no hacerte llorar en ningún momento y si lo haces que sea de alegría, prometo cuidarte en la salud y enfermedad, prometo hacerte el amor todos los días, prometo amarte hasta mi último respiro, prometo hacerte el hombre más feliz de toda la galaxia, Felix, eres mi vida, gracias por aceptar ser esposo de este tonto que te ama más que a su propia vida— Recuerdo que lloró por mis palabras, lo hice llorar pero de alegría y eso era lo bueno.

—Hemos llegado— Musite estacionando el auto en el parqueo de la pista.

—Estoy emocionado— Joder, como amó la sonrisa de mi esposo, amo esas arruguitas que se le hacen en los ojos cada vez que sonríe, amo verlo tan feliz y yo soy feliz con solo verlo disfrutar de cada momento juntos.

—Yo también estoy emocionado, hace mucho que no patino, ya ni recuerdo los nombres de cada paso— Ambos reimos y luego entramos a la pista, ayude a Felix a ponerse los patines y nos adentramos al hielo, la pista está vacía ya que la he alquilado solo para nosotros está noche.

Lose To Love de Madison witkins,  empezó a sonar, una canción bastante melodica pero hermosa para bailar pegaditos está noche.

—¿Me concedes está pieza, mi príncipe?— Pregunté inclinandome y extendiendo  mi mano para que Felix la tomé.

—Claro que si su majestad— Felix tomó mi mano y patinamos al centro de la pista, las cuchillas de los patines se resbalaban sobre el hielo, una de mis manos estaba en su cintura y la otra tiene sujeta una de sus manos.

Sentimos que la música es parte de nosotros, nos separamos un poco y me sorprendí cuando Felix hizo un triple Axe o algo así recuerdo que se llama, regresó a mis brazos y lo hice girar, en ese momento sentí que todo a nuestro alrededor desapareció y solo eramos los dos disfrutando de nuestro amor, la canción termino y terminó Pero nuestros cuerpos siguieron tan juntos que podía sentir nuestras narices rozarce y nuestra respiración chocar, con lentitud fuimos acortando la distancia de nuestros labios y luego nos besamos, petalos de rosas cayeron sobre nosotros al momento que nuestros labios se unieron, The perfec de Ed Sheeran comenzó a sonar, nos separamos del beso y seguimos patinamos, seguimos así hasta que nuestros pies dolieron.

Regresamos a casa y mentiría si dijera que no tengo ganas de hacerle el amor, abrí la puerta de nuestra habitación, lo tomé de su bien formada cintura y lo atraje a mi cuerpo, uni nuestros labios en un beso necesitado y lentamente caímos sobre la cama, me acomode en medio de sus piernas y comencé a desvestirlo, mis manos recorrieron cada centímetro de su piel desnuda, mis labios se deleitaron con el sabor de su piel.

Sus gemidos me ecxitan en gran manera, sus uñas razguñan mi piel, me encanta como su pequeño y delicado cuerpo desaparece bajo el mío.

—¡Ahh! Más por favor— Pide mientras sus piernas se enredan en mi cintura, me  vuelvo a alinear en él y lo embisto tocando su punto dulce varias veces hasta hacerlo tocar el cielo y eyacular sobre niestros cuepos.

Un fuerte gemido sale de mi boca al momento de terminar dentro de él, ambos quedamos rendidos después de dos orgasmos más, nos damos una rápida ducha y caemos en los brazos de Morfeo, el día termino mejor de lo que esperaba.