—La vida es Efimera,
disfruta cada momento
de ella, con las personas que
amas—Cita quince: Hyunjin 🪷
—¿A donde vamos?— Preguntó Felix.
—Espera y verás, amor— Le respondí, bese su mejilla y le vende los ojos, caminamos alrededor de diez minutos hasta que llegamos al lugar donde seria nuestra cita número quince.
—¿Ya casí llegamos, Jinnie?— preguntó con emoción, antes de quitarle la venda, me coloque detrás de él, lo abrace rodeando su pequeña cintura con mis brazos, olfatee su cuello, Felix huele muy bien.
—Hemos llegado, amor— Le susurré al oído, lo ví hacer un tierno puchero.
—¿Entonces por qué no has quitado la venda?— Se quejó, yo reí feliz.
—Lo haré, solo dejame disfrutar de este abrazo, por favor— Pedí, cerre los ojos por unos segundos e inhale el delicioso aroma de su cabello.
—Andale, Jinnie, siento que me quedaré ciego— se quejó y la verdad es que tenía miedo de quitarle la venda y que no le gustará lo que tenía preparado para nuestra cita.
—Esta bien, lo quitaré ahora— Retire el pañuelo de los ojos de mi precioso ángel.
—¿Que es esto?—
—¿No te gusta?— Pregunté.
—Me encanta— Gritó, emocionado —Jinnie, esto es maravilloso— frente a nosotros estaba la enorme biblioteca que le habia mandado a construir meses atrás, antes de descubrir su enfermedad.
Se que le encanta leer, Felix es amante de la fantasía así que le regalé un lugar donde pueda disfrutar de los cuentos de fantasía y poesía.
El techo es transparente y se pueden observar las estrellas, las paredes, yo mismo las pinte, los libros, me encargué de buscar los que más le gustan a mi Lixie.
Me quedé en una esquina mientras lo observaba, explorar todo el lugar, de vez en ciento él me lanzaba una mirada con una sonrisa dibujada en sus labios, esa sonrisa que hace que en mi estómago revoloteen mariposas.
—Jinnie— Escuché su dulce voz.
—Si, cariño— Le respondí con ternura.
—¿Quieres sentarte a leer aquí conmigo? Me gustaría recostarme sobre tí— Ví el sonrojo en sus mejillas y como negarme a esa bolita de ternura.
—Me encantaría ser tu almohada mientras lees, cariño— Felix sonrió emocionado —Solo falta algo, espera aquí— Le dije y salí de la pequeña biblioteca, regresé con dos tazas de chocolate caliente, a mi pequeño siempre le gusta leer con su taza de chocolate calienta aún lado de él.
—Esto es perfecto— Musito casi llorando, espero que esas lágrimas sea de felicidad.
Coloque el chocolate sobre la pequeña mesa y luego me recosté en el sillón, abrí las piernas y Felix se acomodo en ellas.
—¿Que leerás?— Le pregunté con curiosidad.
—100 días contigo— Respondió y solo por el título siento que esa historia es similar a la que estoy viviendo con mi amado esposo, creo que prepararé los pañuelos.
La noche se nos pasó volado y no miento cuando digo que ambos terminamos llorando, no puedo ni imaginar el dolor que sintió Jisung cuando le hablo a Minho que había nieve y él no le respondió, fué tan grande su dolor que terminó muriendo por un corazón roto y no pude evitar pensar que si mi bebé muere, mi corazón tampoco lo soportará y moriré junto a él.
Felix se quedó dormido y tuve que cargarlo hasta nuestra habitación, lo recosté en la cama, puse su pijama y lo arrope cual bebé.
Lo observé dormir durante unos cuantos minutos hasta que me quedé dormido junto a él.
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365 Citas Antes de Morir (Hyunlix)
RomanceMi matrimonio con Hyunjin estaba cada vez más roto, solo era cuestión de días para que él me pidiera el divorcio.