Los sueños de la Reina | GOT fanfic

CAPÍTULO 6

Entrar a King's Landing fue más difícil de lo que pensó en un inicio Varys. Si bien pudo infiltrarse muy bien como solo un trabajador de un mercante de Essos, aun así, tuvo que pasar una revisión de sus cosas. no llevaba nada que lo comprometiera, aunque sí estuvieron muy fijos en su monedero. No llevaba mucho, pero los guardias estuvieron a punto de quitárselo si no fuera porque hubo una pelea justo al lado entre varios comerciantes y los soldados. Lo dejaron y Varys solo pudo sonreír mientras avanzaba hacia las calles de King's Landing con todo su oro.

Hacia bastante tiempo que no había estado allí. La última vez fue hacía un año y medio, justo cuando tuvo que huir con Tyrion hacia Essos. Esa vez la ciudad aún tenía un aire de vida, pero ahora no pudo evitar estremecerse mientras observaba las calles llenas de gente pidiendo dinero. Los niños con la piel miraban temerosos a todos escondiéndose bajo las faldas de sus madres. Casi todos se estremecían cuando pasaban los soldados Lannister entre ellos. ¿Dónde habían ido las capas doradas?

Caminó con la mirada baja mientras caminaba hacia los lugares importantes. Necesitaba un reconocimiento completo de la ciudad para tener una idea de cómo poder tomarla sin tantas muertes de la gente común. No era idiota, sabía que tomar una ciudad traería muerte, pero si podía evitar algunas lo haría. Daenerys era volátil, un Targaryen en todo su esplendor. Ella era como contaban las historias en los libros sobre la vieja casa de Valyria que había conquistado todo un continente. Ahora trescientos años después la historia se repite, aunque con un juego más político que militar.

Daenerys no es una mente completamente política, si bien ella sabía algunas cosas sobre como mandar una ciudad, donde ella brillaba era en la conquista. Tenía todos los informes de sus espías sobre los movimientos de la niña en la Bahía de Esclavos. Ella era amada por su devoción a exterminar la esclavitud. Fueron buenos ideales, pero en Westeros el juego era muy diferente. Aquí ella era odiada por la mayoría solo por su padre y si ella demostraba demasiado poder, caería como sus antepasados. Por eso estaba él allí con Tyrion, para ayudarla y esperar a que fuera la mejor opción. Por supuesto que Varys no creía que ella era una diosa benevolente, pero jugaría con la baraja que le dieron.

El olor siempre fue característico de la ciudad, la mierda estaba en la mayoría de las calles propagando enfermedades por doquier. Pero la ciudad parecía tener más mierda que personas. ¿Qué tanto miedo tenía la gente común que no pudo levantarse contra Cersei? Recuerda cuando hicieron las revueltas durante el reinado de Joffrey y había sido por menos. No tuvo que preguntarse por más tiempo cuando llegó a la calle que daba directo con, lo que antes era, el sept de Baelor.

Los edificios de alrededor estaban deshechos. Aún llegaba un olor repugnante de debajo de los escombros. Era un olor picante, olía mucho peor que la pólvora. Nadie podía estar cerca del sept, pues había más guardias Lannister que no parecían contentos con el trabajo. A pesar de ello, mucha gente común se acercaba de rodillas y rezaba con las manos juntas pegadas casi a la nariz. Mucho otros lloraban mientras unos susurraban maldiciones a los Lannister, Baratheon y Targaryen. Varys sabía bien que la religión era un buen instrumento para controlar a las masas, pero ver la devoción de tantos lo hizo sentir extraño

Siguió su camino mientras tomaba notas mentales sobre qué podía informar a Daenerys sobre el lugar. Hizo una pequeña lista sobre todas las dificultades de la ciudad, desde la militarización como el hambre. Entonces comenzó a formular un nuevo plan que no fuera el asedio a la ciudad, sino más gente moriría de hambre, pero tendrían tanto miedo como para levantarse contra Cersei.

Se detuvo ante una pared con el dibujo de una rosa. Se dio cuenta de que el edificio era un viejo orfanato, el mismo que alguna vez había visitado Margaery Tyrell hacia años atrás. La gente la amaba, aunque él sabía perfectamente el juego la niña. Muy astuta, aunque se debió más que nada a la tutela de su abuela Olenna. Supo usar su belleza y ablandó el corazón de muchos con sus acciones desinteresadas. Pudo haber sido una buena reina si hubiera tenido un buen rey a su lado. Joffrey solo fue un idiota y cruel. Tommen un niño sin voz. Ninguno de ellos pudo haber explotado todo el potencial que Margaery demostró en sus días viviendo aquí.