Capítulo 1

208 22 13
                                    

"LAS CENIZAS DEL SOL"

Jerome Carter estudia mi rostro antes de usar sus manos para secar mis lagrimas.

—Vas a estar bien Amor —susurra y forma una sonrisa ladeada en su boca.

Lo observo sorprendida sin poder creer que es él. Sus pómulos afilados enmarcan su cara de rasgos andróginos y llamativos. Tiene unos cuantos lunares cerca de sus labios, los cuales son gruesos, rosados y húmedos. Sus ojos siempre fueron muy oscuros, en trece años es la primera vez que lo tengo tan cerca y puedo jurar por mi hermano bebe que por un fragmento de segundo se pusieron amarillos.

Lo tomo de las muñecas y lo alejo de mi cara tan rápido como puedo.

¿Qué mierda esta pasando?

¿Por qué el ex novio de mi amiga me abrazo?

Salgo desconcertada de la iglesia dejando al atrevido de Jerome atrás. Quiero encontrar a Emma para contarle, solo espero que ya este aquí, ya que dijo hace unos minutos que ya estaba en camino.

El frío cala mis huesos rápidamente, no me puse un abrigo, solo llevo un vestido largo color negro que abraza la parte superior de mi cuerpo y que desde la cintura cae en una falda un poco acampanada hasta llegar al suelo prácticamente.

Encuentro a mi amiga en uno de los costados de la iglesia, ocultándose para fumarse el cigarrillo que ahora tiene entre los labios.

—Hola.

—Hola —devuelve el saludo sin voltear a verme.

Hace una semana, al reconocerme a la distancia se hubiera puesto a hacer algún baile extraño esperando que le siga la corriente y yo siempre fui cómplice de sus payasadas.

Me quedo en silencio un minuto que me parece una eternidad.

—¿Viste a Jerome? —pregunto de repente.

—No.

—¿Quién lo abra invitado? No me gusta que este aquí.

—Cuando sea tu funeral tu veras a quien invitas —dice con ironía y se lleva el cigarrillo a la boca.

Cuando Emma se pone así no me dan ganas de contestar así que guardo silencio y solo la acompaño sin hablar.

Pienso en Jerome.

Él no me cae mal, ni siquiera lo conozco bien, no puedo decir dos cosas sobre el que sean verídicas. Jade nunca nos hablo de él porque era de ese tipo de chica que le gusta tener una vida privada, además sospechaba que Emma y yo lo odiabamos. Si decía algo de él solo era para hablarnos sobre los regalos costosos que le hacia y sobre sus planes a futuro juntos.

Jade conoció a Jerome cuando hice una reunión en mi casa, había invitado a unos amigos del colegio que fueron con otros amigos y obviamente a mis dos mejores amigas.

De camino a mi casa la rubia vio a Jerome en el pórtico de su casa fumando solo, le dio curiosidad y lo adoptó. Lo llevo a la fiesta como si fuera un cachorrito perdido y desde entonces se volvieron inseparables.

No me gustaba la pareja que hacían,  Jade era mucho para ese cara pálida, demasiado antipático, aburrido y antisocial. Sin embargo, y de alguna forma muy extraña, eran felices. Eran cariñosos, detallistas, compañeros y muy, muy tiernos. Tan tiernos y empalagosos que de inmediato nos hicimos a un lado.

Nunca nos entrometimos en su romance, ni siquiera cuando terminaron. Su ruptura fue rara, inmediata y muy, pero muy silenciosa.

En agosto de ese año, Jade envió un mensaje al grupo diciendo que estaba soltera y que quería una caja de chocolates pero como ya no tenia novio nosotras debíamos regalarle una. Y así fue, nos juntamos en casa de Emma las tres a comer chocolates, un poco de vino y una charla sobre el pasado.

COMO SI FUERAS A DEVORARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora