"JUGUEMOS EN EL BOSQUE"
La vieja estación de trenes es un lugar al que los drogadictos y las prostitutas de la zona van ocasionalmente. Allí fue donde fume mariguana por primera vez y también di mi primer beso, fue un beso corto en los labios de una chica que meses después fue expulsada de la escuela porque le gustaba meterse en problemas. Ese lugar estaba destinado para cualquiera que quisiera hacer algo prohibido sin ser visto ya que queda alejado de la cuidad pero desde la escuela solo te tomaba diez minutos llegar a pie. Vagones abandonados y una casa en ruinas es lo primero que ves al llegar y si miras al piso aun puedes divisar las vías del tren cubiertas de tierra que rodeaban el bosque.
En días pasados podíamos venir en alguna tarde de verano y disfrutar de unas cervezas las tres juntas, Emma llevaría sus cartas de tarot y con Jade esperaríamos ansiosas a saber que cosa extraordinaria nos diría sobre nuestro futuro. Luego hablaríamos de la universidad, por supuesto la única que hablaría sobre eso era Jade, estudiar estaba fuera del radar para Emma y para mi así que solo nos limitamos a escuchar y a hablar mal de los compañeros de clase de ella, que siempre lograban hacerla enojar. Algo tan sencillo como eso ahora es solo un sueño, y algo imposible de repetirse porque ahora Jade no esta y la vieja estación de tren es el último lugar que querría visitar.
Cuando llegamos tengo la vista puesta en mis piernas, había roto un poco mis medias finas seguramente cuando estuve en la cocina con Jerome.
Miro mi celular, son casi las dos de la mañana y tengo un mensaje de mi mamá.
Lo contestaré luego.
Solo levanto la cabeza para observar alertada cuando escucho que Emma se baja sola de la camioneta.
Ella es tan valiente o esta tan drogada que la envidio porque yo tengo miedo hasta de mirar por la ventana.
—¿Vienes ragazza*? —me pregunta el italiano viéndome por el retrovisor antes de bajarse también.
Bajo unos segundos después.
Esta muy oscuro, el lugar en el que paso eso queda justo en la penumbra que se forma detrás del único poste de luz que hay allí, dicho poste alumbra poco y prácticamente nada.
Emma prende la linterna de su celular y solo así pudemos ver.
En ese lugar ahora hay una cruz de madera grande, de ella cuelgan guirnaldas de flores y collares, esta rodeada de ramos de flores, peluches y cartas para Jade. También hay algo que parece ser un suéter pero no estoy segura porque Emma se pone en medio.
Enciendo la linterna de mi celular y me acerco también.
Lo que yo creí que era un suéter en realidad es una bufanda muy grande, y no entiendo al principio que hace allí hasta que Emma se agacha a tomarla y descubrimos que en ella esta bordado el nombre de Jade con letras doradas. Seguramente la había prestado a alguien y esta es la única forma que esa persona encontro de devolverla.
Me agacho junto a Emma y tomo una de las cartas, el papel esta un poco húmedo y sucio, se nota que es la hoja de un cuaderno pequeño y también se nota que es la letra de un niño que desea que Jade descanse en paz y la dibujo también en forma de ángel, con alas y todos. Me siento conmovida porque es muy hermoso.
—Jade no era religiosa —murmura Emma de repente sosteniendo uno de los rosarios.
—No los quites. Su mamá es católica —le recuerdo intentando persuadirla.
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COMO SI FUERAS A DEVORARME
Werewolf-Vanessa, vos sola te metiste a la boca del lobo. Vanessa y Jerome son vecinos desde chiquitos, incluso sus madres son cercanas pero ellos nunca fueron amigos. Para Vanessa él no existe, evita acercarse a él, y cuando no puede evitarlo solo lo salu...