Si yo fuera Dios y mi historia fuera la biblia, mi génesis sería noviembre.Los primeros días de ese mes estaba ansiosa y rebosante de felicidad porque había reunido el dinero que necesitaba para montar mi pastelería, incluso había conseguido el lugar perfecto que aunque no quedaba en el centro, estaba en Londres y yo siempre quise vivir allí. La cuidad donde nací se llama Giarte y no tiene nada de malo pero comparada con Londres parece detenida en el tiempo, la mayoria de los habitantes son viejos, viejos que en su juventud se habían ido pero volvieron para pasar sus ultimos días aquí. Una pequeña ciudad rodeada de bosques y hectáreas de terrenos vacíos, alejada de cualquier otro lugar.
El octavo día de ese mes cualquier esperanza de mudarme se había ido en un abrir y cerrar de ojos. Por la mañana la dueña del local que iba a alquilar llamó para avisarme que el edificio ardió en llamas. Esa tarde llore a mares porque encontrar ese lugar había sido muy difícil y agotador. Algo dentro de mi decía que eso había pasado por algo. Quizás era el universo haciéndome saber que no era el momento y que debía esperar.
Abrumada por mi mala suerte pensé que salir con mis mejores amigas me levantaría el animo.
Pero las cosas solo empeoraron.
Durante el segundo fin semana, el domingo 12 de noviembre para ser más especifica. Una de mis mejores amigas, Jade, había sido devorada por un animal.
¿Cuál animal?
No tengo ni idea, nadie lo sabe.
Y hasta ahora no había pensado en eso, estuve muy concentrada en desear que todo fuera un mal sueño.
Y hoy, una semana después, en la fría mañana de otro domingo estoy en su funeral en el que solo puedo pensar en los últimos segundos que vi con vida a Jade. Ella era el sol del grupo, la más pequeña de las tres, la más amable y bonita. Desde los trece quería ser veterinaria y tener un refugio de animales cuando fuera más grande. Siempre adore eso de ella, era fiel a sus sueños y no cambiaba de parecer muy rápido.
Después de salir de un bar al que fuimos a tratar de levantar mis animos, Emma, Jade y yo, nos separamos. Por lo general yo acompañaba a Jade a su casa porque esta cerca de la mía pero tuve que quedarme con Emma, que se pasó de tragos y estaba a nada de desmayarse. Por lo que Jade volvió sola así que le pedí que me enviara un mensaje.
Al otro día no tenía mensajes de ella, preocupada desperte a Emma y ella la llamo.
No hubo respuesta.
Llamamos a su madre y ella nos confirmó lo peor.
Jade Windsor no volvió a su casa.
El funeral es en la iglesia del centro. La familia de Jade es católica y muy devota, tanto que hicieron que Jade odiaría la religión, tanto que dijo más de una vez que no quería que sus cenizas estuvieran en un lugar sagrado solo para hacerle la contra a sus padres.
Llegue un poco temprano a la ceremonia con la esperanza de ayudar en lo que pudiera a la mamá de Jade pero todo estaba en orden asi que me acerco al altar aprovechando que había poca gente alrededor. Sobre un cabellete hay un retrato de Jade y detrás de el, en una pequeña mesa, hay un pequeño jarrón rosa pálido que tiene sus cenizas, a su alrededor hay un rosario de metal dorado.
Observo unos segundos su foto sin poder creer lo que paso. Se veía tan preciosa y se notaba lo feliz que estaba ese día. Esa foto la tomaron cuando fue a retirar su título secundario, no había podido asistir a la graduación así que la acompañamos una semana después. Ella no tenía porque morir así, ella tenia que vivir y convertirse en la persona que siempre soñó ser.
Tomo una bocanada de aire, un dolor punzante se hace presente en mi pecho.
Me tapo el rostro con las manos y rompo en llanto. Mi garganta arde mientras las lágrimas se resbalan por mis mejillas. Me destruye pensar que aunque quiera nunca podre recordarla así, como en el retrato, no cuando el recuerdo vivido de su rostro temeroso e inseguro persistía en mi mente gracias a la culpa de haberla dejado sola.De pronto siento que alguien pasa un brazo por mi cintura y con el otro sostiene mi nuca para que pueda ocultar mi cara en su pecho. Lo cual hago siento que no reconozco a la persona que estoy usando de refugio porque no reconozco su olor o su cuerpo. Huele diferente, no huele a esos tipicos perfumes fuertes que usan los chicos, su aroma no era nada y era todo al mismo tiempo. Un recuerdo ligado a ese aroma me hace saber la identidad de la persona que me estaba abrazando.
Era el ex novio de Jade.
Jerome Carter.
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COMO SI FUERAS A DEVORARME
Hombres Lobo-Vanessa, tu sola te metiste a la boca de este lobo. Vanessa y Jerome son vecinos desde pequeños, incluso sus madres son cercanas pero ellos nunca fueron amigos. Para Vanessa él no existía, evitaba acercarse a él, solo lo saludaba fríamente y lo ig...