Capítulo 5

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¡LOS PRIMOS!

Ahí esta: una foto de las tres saliendo del bar, tomada desde una distancia incómodamente cercana. Mi corazón late con fuerza, mis ojos recorren la imagen llenandome de una mezcla de miedo y disgusto. Saber que alguien nos estuvo siguiendo de esa manera me hace sentir muy vulnerable.

Algo no esta bien, debo empezar a tomar medidas para protegerme de esto porque siento que la persona que me lo envio me conoce y quiere hacerme daño. Una lágrima que ni siquiera noto que abandona mi ojo se desliza por mi cara cuando finalmente, bloqueó el chat de Jade.

No puedo seguir aguantando esta mierda.

Lo que le pasó a Jade no fue un accidente ¿Y como puede serlo? Si todo indica que Jade no había ido sola a la vieja estación y yo simplemente no se que hacer con lo que se. Ir a la policía es algo que nunca hice pero puede ser muy necesario.

¿Y qué tiene que ver el animal con todo esto?

Quizás quien la llevó allí sabía que esa bestia iba a matarla y por eso la dejo sola para que se la comieran.

Si mi madre hubiera estado en casa ya estaria corriendo a su habitación a buscar la protección materna que solo ella puede ofrecerme, pero hoy, estoy sola. Percibo que el frío es más intenso cuando no hay nadie más en la casa. Sostengo el celular con la intención de llamarla, a ella o a Emma, cualquiera que pudiera hacerme compañía.

Corren los minutos.

No llamo a nadie.

Debo comportarme como una adulta y esperar al día siguiente para solucionar este problema. Tomo coraje para agarrar mis cobertores y llevarlos a la sala, deseo dormir en el sofá frente a la chimenea, de ese modo me siento más cálida y menos sola.

Me cuesta trabajo dormir porque todavia pienso en el calor agobiante de Jerome sobre mi cuerpo. Tengo el collar entre mis dedos, lo tomé nuevamente de la basura porque pienso que sera algo bonito para mi mamá o puedo venderlo y comprar algo que necesite.

No aceptaría menos de mil euros.

Cierro mis ojos unos segundos y tiro mi cabeza hacia atrás, mi nuca queda apoyada en la parte superior del sofá mientras mee dispongo a hacer un repaso visual de lo que ocurrido con Jerome horas atrás,
hubo un momento en el forcejeo en el que puse mi mano demasiado tiempo sobre su cuerpo, incluso antes de que me tomara de la cara yo ya tenía mi mano sobre él, primero en su pecho y luego en su antebrazo, se sintió muy extraño. En todos los años que llevo viviendo junto a él nunca lo toque de esa forma. No tenía ninguna noción sobre su piel y lo caliente que esta.

Detesto admitirlo pero la sensación fue muy agradable.

Río para mi misma.

A

dmitir que tocar a Jerome no se me hizo malo incluso si fue solo para apartarlo y que por un instante me pareció rico su perfume, no era muy fuerte y bravucón como el que usan los chicos con los que había estado, el de Jerome es dulce, atrayente y casi te hace querer permanecer cerca para seguir oliendo.

Es adictivo.

Acaricio con la punta de mis dedos el collar enredado en mi mano y mantengo el pequeño corazón dorado debajo de mi pulgar. Es la segunda vez que sostengo algo tan valioso como el oro. La primera fue cuando estaba de cuclillas meando afuera de un bar, cuando todavía salía a ligar, vi en el piso una alianza. Pensé en devolverla pero a la mierda. ¡El que se lo encuentra se lo queda! Vendí esa alianza por quinientos euros que use para comprar una batidora de crema.

COMO SI FUERAS A DEVORARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora