Capítulo 4

108 12 5
                                    


"LA CAJA DE REGALOS"

Emma me mira horrorizada y yo la miro expectante.

Tiene mi celular en su mano, parece estar procesando lo que acaba de leer. Intento descifrar lo que va a decir, espero que no crea que estoy loca por pensar que realmente Jade habia mandado ese mensaje.

¿Qué tan probable es?

Nunca he creído en los fantasmas. No tengo ninguna experiencia paranormal relatable, además de las fotos en mi patio trasero en las cuales aparecían esas bolas de luz que yo pensaba que eran las almas de los espíritus y no simples esporas del aire.

—¿En qué piensas? —pregunto harta de su silencio.

—En cosas tristes —murmura. Luego bloquea mi celular y se agacha a dejarlo en mi mesita de luz.

Arrugo el ceño pues no me esperaba para nada que este tan calmada.

—¿No tienes miedo?

—Dios. Vanessa —toma mi mano y se sienta a mi lado—. Dime que no crees que es un fantasma.

Por supuesto que piensa que estoy loca.

—¿Qué mas podria ser? —pregunto levantándome de la cama porque me pone muy nerviosa el ser escaneada por esos ojos azules tan profundos que tiene. Emma no es de mirar a los ojos solo lo hace cuando quiere incomodar a la otra persona, pero en este caso me esta haciendo sentir muy ridícula.

—Yo creo que ese mensaje lo mando ella cuando estaba siendo atacada y que no llego por algún motivo —dice.

Abro mi boca para decirle que eso no puede pasar pero la verdad eso tiene un poco más de sentido que mi teoria de los mensajes del más allá de Jade.

Y sí es como dice Emma solo puedo sentirme peor.

Quizás Jade me habia pedido ayuda y el mensaje nunca llegó.

Incluso si me mandaba mil mensajes no había forma de que yo los viera, me quede dormida muy rápido y tenia el celular en silencio, solo podía recibir llamadas.

Un nudo se forma en mi garganta cuando intento luchar contra las ganas inmensas que me dan de llorar.

La culpa me esta matando, se come mi vida lentamente; me ha quitado las ganas de reír, de disfrutar la comida, de trabajar con calma y de hacer planes a futuro.

Solo siento que no merezco vivir.

—No es nuestra culpa —dice Emma como si me hubiera leído la mente.

Emma seguro vio que su conclusión me hizo pasar de sentir miedo a entrar en una depresión absoluta en cuestión de segundos. No quiero que se sienta culpable pero mi estado mental pende de un hilo, cualquier cosa que me hace pensar en la muerte de Jade me pone al borde de una ataque de llanto.

—La dejamos sola —digo como puedo.

—No. Ella camino hasta la vieja estación sola. Nadie la obligo y lo sabes. ¡No es nuestra culpa! —exclama enojada mientras se levanta de la cama para encararme.

—Eso no cambia nada Emma, no tenia porque volver sola y además no me quita ningún peso de encima.

—¿Puedes tratar de olvidar?

—¿Cómo? —pregunto con desesperación. Quizas ella sabe, ella tiene la respuesta a todo esto. Sabe como hacer que la culpa abandone mi cuerpo y me deje tranquila. ¡Oh sí! Por fin el bendito suspiro que busque por dias escondida debajo de mis sábanas. Quiero que me diga y que me ayude pero de repente una pregunta se formula en mi mente y sale disparada de mi boca—. ¿Qué hacías con Jerome ayer?

COMO SI FUERAS A DEVORARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora