"JEROME"
Carter se fue dejando su olor dulce en mi habitación pero llevándose consigo la poca cordura que me quedaba. Teniendo tanta información nueva en la cabeza me pregunto a mi misma; ¿Qué más va a pasar? Porque esta claro que subestime la cantidad de mala suerte que puedo llegar a tener. Una de mis mejores amigas esta muerta y la otra, bueno, la otra me odia y esta en coma. Además mi vecino, que aparento siempre no ser más que el ex de Jade o el hijo de la señora Carter, es un licantropo con un trastorno fuerte en la cabeza. Y no sólo eso, mi cuidad, el lugar más tranquilo y normal ahora es el foco de una masacre por parte de otro licantropo, sin mencionar el caos que se desató a raíz de eso. Y encima de todo, Jean Baptiste; el tipo perfecto, caballeroso, apuesto y muy, pero que muy amable para ser real, molio a golpes a Jerome. ¿La razón? Eso es lo que me muero por saber.
De mi bolsillo tomo el celular y lo llamo. Espero unos segundos mientras camino en círculos impaciente. Cuando le marco por tercera vez recuerdo lo que alguna vez leí en la biblia;
"Todos los hombres son mentirosos"
Y por más perfecto que sea el frances, no debería quedar exento de la palabra del señor.
Me alejo de la puerta hasta encontrar mi cama y dejarme caer sobre ella con la boca semiabierta. Miro el piso y logro imaginar los ojos azules de Jean mientras trato de formular alguna excusa para él pero no la hay porque la forma en la que lastimo a Jerome, por más que se haya curado rápido, fue brutal.
Por el rabillo del ojo capto algo rojo y brillante que desvía mi atención del piso hacia la caja sobre mi escritorio. Es del tamaño perfecto para contener cualquier cosa que se me ocurre en este momento. Se que es algo que tengo que ponerme para la cena como dijo Jerome. Estiro ambos brazos para tomarla y la pongo sobre mi regazo, agarro uno de los extremos del gran moño blanco que lo envuelve y tiro de él hasta desatarlo. Tomo la tapa de la caja y la quito, dentro hay una nota y debajo hay algo de color rojo, una especie de tela.
Con la punta de los dedos alzo la tarjeta para leerla."Cada vez que ignoras el miedo eres un poco más valiente"
-Jerome
Arrugo mi entrecejo por lo sugerente de su escrito pero lo ignoro porque presiento que no es más que una burla asi que decido enfocar mi atención en la tela roja.
Dejo la tarjeta y sujeto lo que parece ser un vestido por la parte superior y lo extiendo para observarlo mejor. Es precioso, clásico y muy femenino. Un vestido de escote en forma de "u" que desde los hombros hasta la cintura se ajusta tanto que seguro me quedara como una segunda piel. Tiene mangas que al igual que la falda son acampanadas y largas. Lo pongo sobre mi cama y lo aliso para verlo mejor, la luz naranja del atardecer no me deja apreciarlo bien así que me acerco a cerrar mi mi ventana y prendo la luz del velador, solo así puedo apreciar el perfecto tono de rojo navideño de la tela.
Jerome o Vedic, como se le antoje identificarse, tiene un muy buen gusto. Eligió para mi una prenda perfecta para una cena que con suerte me develará muchos secretos.
Me asomo al pasillo cuando escucho a alguien subir las escaleras. Mi madre me mira desde el fondo y yo le hago una seña para que se acerque.
-¿Por qué dejaste entrar a Jerome a mi cuarto? -pregunto susurrando ya que tiene al bebé dormido en su pecho.
-Solo subió a dejar el regalo -responde del mismo modo.
-Ah.
-¿Por qué te grito? -pregunta con su tipica cara de matona aunque con su metro cincuenta no intimida a nadie-. Casi despierta al bebé. ¿Discutieron?
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COMO SI FUERAS A DEVORARME
Werewolf-Vanessa, vos sola te metiste a la boca del lobo. Vanessa y Jerome son vecinos desde chiquitos, incluso sus madres son cercanas pero ellos nunca fueron amigos. Para Vanessa él no existe, evita acercarse a él, y cuando no puede evitarlo solo lo salu...