Una historia basada en Romeo y Julieta. En el crepúsculo del siglo XIX, el año 1892, la historia de Paul Ackerman y Madeleyne Stone se despliega como un tapiz tejido con hilos de destino y tragedia. Paul, el enigmático líder de la mafia más temida d...
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Madeleyne Stone
Inglaterra, 12 de abril de 1892.
La atmósfera de la habitación está cargada de humo y ambición. Mi oficina, un santuario de intrigas y poder, se alza en la hermosa ciudad de Londres mientras reviso meticulosamente la contabilidad de mis negocios legales.
Alice entra, su figura esbelta y su mirada inquebrantable. Es mi mano derecha, mi confidente y, en ocasiones, mi amante. Pero, sobre todo, es mi mejor amiga. La lealtad de Alice es tan afilada como la hoja de una navaja. Hoy, trae noticias de Francia.
- Madeleyne -, dice, su voz apenas un susurro, - Tengo noticias para ti.
- ¿Qué sucede? - pregunto, intrigada.
Ella titubea un segundo, como si no supiera cómo explicarlo.
- Los Leroy han caído.
- ¿Qué? ¿Pero cómo?
- No tengo idea. Todos fueron asesinados y la mansión ardió en llamas. Solo encontraron el cuerpo de uno de los hijos de Arnold entre los cadáveres de sus soldados que estaban afuera. El resto parece haberse consumido en el fuego.
- ¿Y los testigos?
Ella niega con la cabeza de manera discreta.
- No hay testigos, Madeleyne. Nadie sabe nada, y aquellos que estuvieron cerca para ver algo también fueron asesinados.
Los Leroy, rivales formidables con conexiones aristocráticas. ¿Quién se atrevería a eliminarlos? Mi mente calcula las implicaciones. Alice vacila, pero no necesita decir más.
- ¿Tienes alguna idea de quién pudo haber sido? - pregunto con seriedad.
- Tal vez los alemanes. Como sabrás, la mafia de Francia y Alemania lleva décadas en conflicto. Se rumorea que los Leroy financiaron a un grupo de bandidos socialistas para atacar Alemania.
- ¿Atacaron París solo por un grupo de bandidos socialistas en Alemania? No tiene sentido - digo, escéptica.
- Exacto. Además, los Leroy estaban protegidos en su mansión con al menos cincuenta hombres, sin contar los refuerzos que estaban en los alrededores por si algo salía mal. Todos fueron asesinados la misma noche. Se necesitaría un ejército de 80 o 100 hombres para lograr algo así. ¿Pero cómo pasa un ejercito armado desapercibido por la frontera y recorren París sin levantar sospechas?
- Porque no fue un ejército - respondo con sequedad. - Fue un grupo pequeño, menos de diez personas. De esa manera podrían infiltrarse en Francia sin llamar tanto la atención.
- ¿Y cómo diez personas pueden acabar con tanta gente en una sola noche?
- Parece que los alemanes son mejores de lo que creíamos - digo, mordiéndome el dedo índice pensativa. - Pero sigo sin entender sus motivos para este ataque. Esto va más allá de exigir un pago por los daños. Fue personal, fueron tras los Leroy sin titubear... Es extraño.
- Tal vez los Leroy sabían algo importante.
Mi rostro se ilumina con una expresión de asombro. Ahora todo tiene sentido. Paul descubrió que alguien lidera la mafia francesa y viajó personalmente a Francia para averiguarlo. Su objetivo era obtener información valiosa.
- Yo - respondo con seriedad, mirando a Alice, quien también ha llegado a la misma conclusión.
- ¡Maldito Paul! - exclama Alice, enfadada.
- Sí, parece que ha descubierto quién soy. Matarlo no será fácil - digo.
- Pero, Madeleyne, no podemos permitir que los alemanes se salgan con la suya. La muerte de los Leroy significa que estamos debilitados. Debemos actuar.
- No haremos nada, Alice.
- ¿Por qué? - responde ofensiva.
- Porque no olvides que tengo una cita con el magnate Paul en Nueva York dentro de un mes. Solo queda esperar y resolver cuentas cara a cara.
Alice se pasa las manos por la cabeza.
- Esto es una locura - Dice - Pero... - Ella suspira calmandose - Te seguiré a dónde sea, confío en ti.
Me levanto y camino rodeando mi escritorio, sirvo dos vasos con whisky para calmar la tensión.
- Acabaremos con el imperio Aleman - murmuro, acomodando mi vestido de seda - Y cuando lo hagamos, me aseguraré de que esos Alemanes sepan que nadie se mete conmigo sin consecuencias.
La noche cae sobre Londres, y las sombras se alargan. En la oscuridad, las decisiones se forjan y los enemigos se desvanecen. La venganza será dulce, y la sangre fluirá como el tinte carmesí en un vaso de brandy. 🌙🏠
