Ensayos II

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Shoto se tiró para atrás cayendo de espaldas al suelo mientras trataba de tomar aire.

El cenizo lo vio con una ceja alzada, tenía un ligero sonrojo que cubria sus suaves y blancas mejillas, el bicolor noto que todavía estaba adormecido, pero consciente.

—Mitad-mitad, ¿Que estabas haciendo? —pregunto sin groserías de por medio, lo que denotaba que tenía sueño.

—Y-y-yo...

—Tu

—E-e-estaba...

—Estabas

Parecía que se burlaba, y eso hacia, de hecho, tenía una sonrisa, que era burlona pero dulce, sus ojitos escarlata se habían hecho chiquitos por lo mismo y también por la risita que soltó después de terminar la palabra, sus mejillas ya antes rosadas se sonrojaban más cuando reía o sonreía.

Dios, ¿acaso quiere que muera?

Una imagen verdaderamente linda  hermosa y encantadora para el bicolor, y también para los que la vieran.

—¿Que hacías? —volvió a preguntar para después soltar un bostezo.

—T-te revisaba—mintió esperando que sonara creíble.

—Tu eres el que se desmayó en el jodido Salón frente a mi—le recordó—yo soy el que debería revisarte—dijo para levantarse y después arrodillarse frente a el y tocar su frente alzando su fleco.

El bicolor se sonrojo aun más de ser posible y se estremeció al toque pero no se removió.

Katsuki verifico que ya no tenía la temperatura alta y soltó un suspiro satisfecho para después levantarse.

Aun estaba adormilado, por eso no estaba con su típico humor de perros, pero una vez estuviera lo suficientemente despierto volvería a ser igual.

—Ya estas bien idiota—dijo para después volver a sentarse—la anciana dijo que tienes que relajarte y no presionarte, que te tengo que ayudar o una mierda así—dijo lo que le dijo Recovery Girl—Cierto, ¿que mierda te tenía tan presionado para que te desmayaras en el puto Salón y frente a mi? —pregunto sintiendo que el sueño se iba.

El de ojos bicolor se sonrojo—nuevamente—al recordar al cenizo tan cerca de el, casi sobre su regazo y sacando la lengua, y para colmo, el vestido rosa que lo habían obligado a ponerse.

El cenizo observó como el más alto se quedaba callado, y asumió que no le gustaba recordar lo que lo tenía presionado, así que le resto importancia.

—Olvidalo, no importa, solo no te presiones imbécil.

Entonces no te pongas tan cerca mio, si no me desmayo entonces no aguantare y te haré mio de lo provocativo que eres

Pensó eso, pero sin embargo todavía quería vivir para ver si lograba enamorar al amor de su vida,—que estaba precisamente al frente suyo—así que se limitó a asentir y levantarse para después recostarse nuevamente en la camilla.

—Tenemos un jodido permiso para quedarnos unas horas más—informó el cenizo—duermete un poco más, mitad-mitad.

—Okey... —susurro bajito.

El cenizo no tardo en acurrucarse de nuevo y volver a dormirse, muy a su pesar, aun con el bicolor viéndolo.

Menos mal no estaba volteado para el otro lado, estaba de espaldas al bicolor.

Aunque considerando lo cansado que estaba ya le valía madres todo.

Por otro lado, el bicolor no podía parar de ver el muy bien hecho trasero de Katsuki, era tan perfecto y redondo que le daban ganas de apretarlo.

¡Yo te ayudare todoidiota! [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora