Fortaleciendo lazos

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Bakugo estaba corriendo por los pasillos de los dormitorios en busca del bicolor—en la zona de hombres mientras Momo buscaba en la de mujeres—queriendo, disculparse con el por haber besado a Midoriya, no sabía cómo lo tomaría el bicolor, si lo rechazaría o la aceptaría, pero al menos haría el intento.

Seguía con el vestido puesto pero no le importaba, lo único que quería era encontrar a el jodido chico que le gustaba, luego se cambiaría de ropa.

Por otro lado, Momo estaba jugando a algún tipo de escondidas con el bicolor, de esas en donde si el asesino te encuentra valiste tres ectareas de mierda.

Por que la chica ya se había dado cuenta de que debía estar en algun lugar de los dormitorios para mujeres al escuchar un ruido proveniente del pasillo.

Empezó a abrir las puertas de los dormitorios—con las tarjetas que le robó a sus amigas y devolvería más tarde—mientras provocaba un chirrido como en las películas de terror, esbozando una sonrisa macabra mientras preguntaba siniestramente ¿donde estas Todoroki?, con un cuchillo falso inspeccionando cada habitación.

Entró primero a la de Tsuyu, nada, luego a la de Ochako, nada, luego a la suya—por qué el bicolor no sería capaz de meterse a una habitación que no fuese de sus amigas—Observó bajo la cama, en las sabanas, en las cajas de comida, en el armario, y nada.

Tal vez el ruido solo fue algo cayéndose.

Soltó un suspiro resignada y dejó el cuchillo falso sobre la mesa para después salir de su habitación para buscar al bicolor en los salones, pues el Festival Cultural aún seguía abierto y faltaban unas horas para que el día terminará, y mientras ella y el cenizo buscaban al bicolor, los demás de la clase harían las competencias que se hacían ese día.

Soltó un suspiro resignada y dejó el cuchillo falso sobre la mesa para después salir de su habitación para buscar al bicolor en los salones, pues el Festival Cultural aún seguía abierto y faltaban unas horas para que el día terminará, y mientras e...

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El bicolor estaba corriendo por pasillos mientras tenía una crisis existencial.

Apenas y había logrado escapar de Momo, pero sus amenazas eran lo que lo mantenían en la realidad y no atrapado con su jodida mente.

Quería azotarse la cabeza contra la pared y luego tirarse de un edificio al recordar la estupidez que hizo y la vergüenza que pasó frente al cenizo.

El hermoso chico que le gustaba lo había visto llorar y además, salir corriendo como un maldito cobarde después de haber interrumpido la confesión del pecoso.

Se sentía terriblemente apenado y quería meterse en una habitación para no salir nunca más.

Estaba corriendo por los pasillos para poder llegar a su cuarto y encerrarse ahí de por vida.

Pero no predijo ni sospecho que Bakugo andaba rondando por ahí.

Sus miradas se chocaron y el bicolor se sonrojo tan fuerte que Bakugo podría asegurar que le dio fiebre.

Shoto admiró al candente cenizo que seguía vestido como made y estaba descalzo, sin la decoración en la cabeza junto con ese hermoso cabello cenizo en punta incontrolable mientras sus ojos brillaban de un intenso y precioso rojo.

¡Yo te ayudare todoidiota! [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora