filed teeth | Sam uley.

487 36 2
                                    

La reserva era parte de la familia Swan. Su padre había sido un hombre de pocas palabras toda su vida, cuya indiferencia hacia sus hijos se tradujo en un cariño que resultó ser nulo. Ethan nació cuando Charlie tenía nueve años. Con ojos oscuros y cabello igual, Ethan era una réplica de Charlie en su niñez. Las diferencias físicas entre padre e hijos no pasaron desapercibidas para su padre, quien solía ahogar sus penas en el fondo de un vaso de licor en algún bar, de donde Charlie lo recogía a menudo. La reserva debió ser una característica que adoptaron con el tiempo.

Cuando Ethan cumplió cinco años, su madre finalmente se marchó. Bien podría haberse ido su padre también, ya que desde entonces solo fueron Charlie y Ethan. La ausencia emocional de su padre los dejó solos, dependiendo el uno del otro para sobrevivir.

Ethan siempre fue un niño tranquilo y maduro para su edad, al menos eso es lo que Charlie cree; Bella solía recordarte mucho a su hermano cuando se embriagaba pensando en el pasado. Fue difícil para Charlie mantenerse al tanto de él con dos trabajos y la escuela en ese entonces. La soledad era una carga que aun pesaba en Charlie; era como si no pudiera ni deshacerse o evitar que otros cercanos a él se impregnarán de esta. Ambos hermanos crecieron por su cuenta, pero juntos; algo de lo que Charlie duda haber sido un consuelo para Ethan. Cuando Charlie se casó un verano húmedo en Forks con la atolondrada Renée, en sus primeros años como oficial de policía, Ethan siguió el ejemplo de su madre, y posteriormente el de su esposa, solo que enfrentando la vida con calma y sin escaparse por la noche.

Ethan nunca expresó enfado o resentimiento hacía Charlie, nunca oyo una queja de su parte; algo que este último hubiera preferido en última instancia. Aunque, no estaba seguro de poder afrontar esa honestidad; sus tantos fracasos.

Charlie no podía decir si alguna vez llegó a conocer a Ethan como debería. No fue un padre para el niño, pero tampoco cree haber sido un buen hermano. Sin embargo, Ethan lo abrazó antes de marcharse y le sonrió con una expresión algo ajena para un Swan.

El tiempo pasó desde entonces. El matrimonio de Charlie fracasó, y aunque lo esperaba, no le fue de ningún alivio. Bella había dejado de pasar sus veranos en Forks hace años, y Charlie pasaba sus noches frente a la TV en un cuarto oscuro, con una cerveza en la mano. Mientras tanto, Ethan hizo su propia vida lejos de Forks, siguiendo su pasión por la fotografía y viajando por el mundo; si Charlie fuera un hombre honesto consigo mismo, podría admitir su resentimiento. Todos se marchaban, excepto él.

Al menos tenía la certeza de una sola cosa: Ethan podría irse, pero era el único que continuaba regresando. Aunque, no espero que esa ocasión fuera de esa forma.

Ethan regreso una noche de otoño, Forks estaba envuelta en una niebla espesa, con el sonido constante de la lluvia golpeando suavemente las ventanas. Charlie, en calcetines, bajó las escaleras de madera crujiente de su modesta casa. Cada paso resonaba en la quietud de la madrugada, un recordatorio de su soledad. Sostenía su escopeta con firmeza, listo para enfrentarse al ladrón que intentaba entrar por la puerta trasera. La oscuridad de la casa era interrumpida solo por el parpadeo ocasional de la televisión en el salón que solia olvidar apagar cuando la casa se sentía demasiado tranquila, proyectando sombras danzantes en las paredes.

El viento aullaba fuera, empujando la puerta trasera con fuerza. Cuando Charlie escuchó las maldiciones familiares del otro lado, bajó el arma lentamente, reconociendo la voz.

"Jesús... Cristo, ¿Ethan?" murmuró con incredulidad, apresurándose a abrir la puerta.

La puerta se abrió con un chirrido y allí estaba Ethan, empapado y temblando, con una sonrisa cansada en el rostro. Sostenía un pañuelo en la frente, tratando de detener el sangrado de una herida que le cubría la mitad del rostro. Sus ojos oscuros, reflejo de los de Charlie, mostraban una mezcla de agotamiento y alivio. Charlie no lo había tenido delante de él en dos años.

filed teeth | Sam uley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora