Trabajar y pasar todo el día con Max Verstappen quizás era el sueño de toda fan, y así fuera para Lucy, la futura encargada de redes y coordinación personal del piloto si no fuera porque es un grano en el culo, cuando trabajaba era molesto, antipát...
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Luego de mi cumpleaños y la visita a papá mi vida se ha tornado más tranquila, disfruto los días, con Max, con los chicos.
Mi vida dejó de ser agobiante e insegura a pasar a ser disfrutable.
Ya casi se acaba la temporada, por lo que también casi acaban mis pasantías, tan sólo quedaban tres carreras más y los días de formula uno cada fin de semana habrían terminado, al menos por este año.
Era increíble pensar que tenía diez meses en este mundo, con él...
Max
Pero antes de empezar el antepenúltimo gran premio, los chicos planearon un fin de semana en la casa de vacaciones de Carlos, en España, nos invitó a todos prácticamente.
-Max- le llamé acostada a su lado- Max- repetí
Sus ojos estaban cerrados, su boca semiabierta y su brazo pegado a mí, sin permitirme moverme.
-Max, despierta- me removí y simplemente gruñó en respuesta.
-Que quieres- susurró aún sin abrir los ojos.
-El avión nos espera- intenté soltarme de su agarre.
Me soltó al fin y se giró boca abajo dejándome ver su espalda cubierta de pecas.
-Te dije que no te durmieras tan tarde anoche- me levanté metiendo por mi cuerpo la camisa que usualmente uso de Max.
-Y si no vamos a España y pasamos el fin de semana solos?- preguntó mirándome sonriente con sus ojos achinados.
-Estás loco, lo planeamos todo ya, levántate o me iré sin ti- salí de su habitación caminando a la mía en donde mi maleta ya estaba más que preparada.
Busqué una toalla y caminé al baño para ducharme.
Al salir Max ya estaba despierto y vestido, peinando su cabello con mi cepillo.
Me acerqué hasta él rodeándolo con mis brazos a lo que dejó repetidos besos en mis labios tomando mi cintura.
-Nuestro primer viaje como novios- sonreí emocionada.
-Aún no somos novios preciosa- peinó mi húmedo cabello.
-Me siento un poco herida cada vez que dices eso- bufé y rió negando.
-No te lo tomes a mal- colocó en su mano ese reloj azul que tanto amo verle- simplemente quiero que sea especial.
