Trabajar y pasar todo el día con Max Verstappen quizás era el sueño de toda fan, y así fuera para Lucy, la futura encargada de redes y coordinación personal del piloto si no fuera porque es un grano en el culo, cuando trabajaba era molesto, antipát...
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-Buenos días amor- dije acomodándome en el pecho de Will, puse mi mano en su rostro y la fui bajando lentamente por su pecho.
-Buenos días cariño- dijo tenso ante mi tacto, quise pensar que estaba nervioso.
-Hoy me levanté con ganas de ti- besé su cuello dejando pequeños besos en él.
-Recuerda que hoy es la carrera- me tomó del brazo alejandome levemente.
-Aún falta 1 hora para que inicie mi turno- me acerqué a su boca y él rodó su cara- que te sucede?- me detuve cerca de su boca aún.
-De que?- habló sin entender.
-Ya no quieres acostarte conmigo- me incorpore en la cama con mis rodillas entre mi pecho.
-Como puedes decir eso?- se acercó a mí tocando mi cabello con cariño.
-Es lo que veo, llevo días intentándolo, siempre sales con algo- me daba vergüenza tener que hablar esto.
-No es así- me trajo hacía él- esta noche, tu y yo, si?- asentí limpiando la lágrima traviesa que salió de mis ojos.
-Vamos a prepararnos un desayuno y nos vamos al circuito- habló de nuevo besando mi mejilla y se levantó de la cama dejándome allí.
Este definitivamente no fue el fin de semana que esperaba, ya mañana volvemos a Austria y de todo lo planeado sólo fuimos a la bahía, aún estaba ese paseo en bote o aquella caminata por las luces que planeé.
-Me estás escuchando?- sacudí mi cabeza enfocándome en el rubio más molesto de lo normal frente a mí.
-Si si- dije titubeando mirándolo a los ojos, esos ojos.
-A ver- hizo una pausa cruzando sus brazos- que fue lo que dije?.
-Dijiste que...- busque en mi mente algún fragmento de lo que tanto hablaba el chico, pero nada- no lo se Max no te escuche- dije rendida, tenía un humor de perros hoy.
-Y así quieres que trabaje- negó repetidamente- no haces la situación fácil.
-Max no estoy para tus jueguitos- arrugue el rostro cansada y el frunció las cejas mirándome.
-Y ahora que te pico- me examino- acaso tu adorado no te tiene satisfecha?- bromeó y desvíe la mirada, claro que era eso.
-No puede ser es eso!- gritó riendo y quise matarlo- mi querida Lucy no ha tenido sexo- se sentó a mi lado sosteniendo su estómago de la risa, al menos ya no estaba con su cara de matón.
-Mi vida sexual en definitiva no es algo que te concierna- dije molesta apartándolo de mi lado
-Quien diría- siguió riendo.
-Quien diría que?- me giré fulminándolo.
-Quien diría que aquel domingo pude hacerte ver el cielo y el infierno al mismo tiempo- se acercó tanto que podía sentir su aliento sobre mi cuello, sentí como lentamente cada vello de mi piel se erizaba- pero preferiste a un idiota que simplemente no le apetece acostarse contigo.
