Trabajar y pasar todo el día con Max Verstappen quizás era el sueño de toda fan, y así fuera para Lucy, la futura encargada de redes y coordinación personal del piloto si no fuera porque es un grano en el culo, cuando trabajaba era molesto, antipát...
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-Eres la mejor- soltó Will tomándome en sus brazos levantándome del piso en un abrazo- sabía que me llevarías a una carrera pero no tenía idea de que sería tan pronto- sonrió hacía mi plantando un beso en mis labios.
-También lo dudé- sonreí hacía él- espero esto ayude a mejorar nuestra relación - le avise soltando su agarre de mi cintura y metiendo más ropa en la maleta.
-Claro que sí cariño- sonrió- esto es lo que necesitábamos, darnos un respiro.
-Bueno esto es habitual para mí- contesté divertida.
-Pero conmigo es diferente- dijo volviendo a la cocina- sólo debo arreglar unos pendientes aquí y estoy listo para irme.
-Esta bien- sonreí no muy convencida.
Ya no sabía si esto es lo que en realidad quería, meter a mi novio en mi ambiente de trabajo? No lo se, quizás Max tenía razón.
El GP de este fin de semana sería en Miami, así que además de trabajar planifique tres días con Will para conocer la ciudad, desde pequeña me llamó la atención esa ciudad, al fin visitarlo me hacía mucha ilusión.
Se preguntarán cómo llevaré a mi novio a Miami si Max me odia de nuevo? Es una historia extraña.
Al llegar de nuevo a Austria dos días después un correo de la agente de Max llegó a mi bandeja, en él ya estaba el boleto de Will además de todos los pases al paddock, no entendí nada al momento, pero cuando su agente me dijo que encargo los pases y el boleto desde el sábado, antes de nuestra pequeña discusión, quise devolverlo pero la chica se negó explicando que fueron ordenes de Max, así que no podía dejar perder la oportunidad, le dije a Will y desde ese día chilla de emoción a cada momento.
Me intenté comunicar con Max en varias ocasiones pero no respondía ninguna de mis llamadas o mensajes, tuvimos que aplazar una entrevista importante porque el señor malcriado no quiso responder mis correos o cualquier forma de comunicarme hacía él, volvimos al tiempo en que él me detestaba y yo lo perseguía por todo el paddock para trabajar.
-Ahora que hacemos- habló Will a mi lado entrando al paddock, parecía un niño pequeño.
-Yo iré a trabajar tu ve y recorre lo que quieras, sólo no acoses a los pilotos- lo apunté con el dedo e hizo un movimiento de manos restándole importancia.
-Esta bien amor- me plantó un beso y al llegar a Red bull nos separamos, él volvió a Ferrari y yo entré a las instalaciones de mi querida escudería, respire profundo antes de entrar por la gran puerta de vidrio donde se que estará Max con Checo y Monica.
-Holaa- dije sonriente entrando al lugar, Monica se levantó a abrazarme como siempre.
-Me hiciste falta- dijo al separarse- y parece que no sólo a mí- dijo más bajo sólo para ambas, miré de reojo a Max y ni se inmutó ante mi presencia.
