Trabajar y pasar todo el día con Max Verstappen quizás era el sueño de toda fan, y así fuera para Lucy, la futura encargada de redes y coordinación personal del piloto si no fuera porque es un grano en el culo, cuando trabajaba era molesto, antipát...
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Abrí mis ojos con dificultad sintiendo un fuerte dolor de cabeza, miré a mi alrededor y salté del sofá donde estaba acostada alarmada de no estar en mi habitación, busqué con la mirada a alguien más pero no había nadie, solo yo y mis tacones a un lado de la puerta, mis ojos se agrandaron al ver la gorra sobre la mesa de la cocina, la gorra con el número 1.
-Maldición, maldición- me repetí caminando de un lado al otro- me acosté con el idiota de Max, no puede ser- me puse los tacones lo más rápido que pude y busqué mi cartera por toda la habitación sin éxito
Entonces una fuerte punzada en mi cabeza vino con varios recuerdos de la noche anterior, yo ebria, Monica ebria y mi cartera en el bar de la fiesta, genial.
Luego de bajar al lobby y recibir ciertas miradas al tener un vestido de noche a plena luz del día, logré pedir otra tarjeta de acceso y entre a mi habitación con un suspiro, había perdido mi celular, mi cartera, todo lo importante para mi. Como hablaría con Will? No podía comprar otro celular hasta al menos volver a Austria.
Me cambié y arreglé con mi cabeza hecha un lío, pensamientos de Max y la posibilidad de habernos acostado rondaban por mi mente, como puede ser posible? Engañe a Will, yo odio a Max!
Salí lo más rápido que pude al circuito en un taxi del hotel y al llegar la carrera ya había comenzado, en definitiva Horner iba a matarme, hoy no era mi día.
Entre a la zona de monitoreo y saludé a algunos compañeros con un movimiento, temí lo peor cuando Horner se acercó hasta a mi.
-Hola Lucy, como sigues?- me saludó con un beso en la mejilla- se te pasó el malestar?
-Ah?- balbuceé confundida mientras el me examinaba.
-Sobre lo de tu de estómago- explicó dejándome más confundida aún- Max me lo explicó todo tu tranquila- puso su mano en mi hombro y se fue dejándome ahí aturdida.
O sea que Max metió una excusa por mí, repetí en mi mente, definitivamente me acosté con ese imbecil, me senté en mi lugar dispuesta a observar la carrera y olvidar la noche anterior como si nunca fuese pasado.
Todo iba perfecto, Max en primer lugar y Checo rebasando a los Ferrari, se podía decir que esta sería otra carrera ganadora, la primera de la temporada, hasta que todo se vino abajo en la vuelta 55, Max reportó en la radio que perdía potencia, todos alarmados trataron de solucionar el problema pero al final de la vuelta el carro de Max se detuvo, quedando fuera de la competencia, el público se volvió loco y que se puede decir de el equipo.
Retiraron a Max del auto que decía todo tipo de maldiciones en la radio, cuando de un momento a otro en la vuelta 57 perdimos la potencia en el monoplaza de Checo y también se detuvo, habíamos perdido el gran premio, la primera carrera, Horner a mi lado maldijo con un golpe al tablero y se levantó echando humos de su lugar, la carrera continuó sin nosotros y nadie podía estar más decepcionado que los chicos.
