Trabajar y pasar todo el día con Max Verstappen quizás era el sueño de toda fan, y así fuera para Lucy, la futura encargada de redes y coordinación personal del piloto si no fuera porque es un grano en el culo, cuando trabajaba era molesto, antipát...
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-Ninguno de ustedes se droga verdad?- pregunté parada frente a ellos cruzada de brazos a lo que negaron rápidamente- porque si algún examen llega a salir positivo todos estamos muertos.
Nos encontrábamos en la celda esperando los resultados de los exámenes, Pierre ya se había dormido en el hombro de Charles muy tranquilo, mientras que los demás se mordían las uñas de los nervios.
-Nunca más le sigo un plan a Lando- habló Carlos quien parece los niveles de alcohol bajaron, era el más cuerdo de todos se podría decir.
-Aburridos- bufó el ojiverde.
-Aburridos? Nos hiciste allanar propiedad del gobierno- Charles quiso golpearlo y él sólo rió.
-Pero fue divertido no?- Todos asintieron de acuerdo y yo fruncí el ceño.
-Por eso es que los hombres viven poco- los señale- son mensos.
-Menos mal estás aquí para salvarnos- dijo Daniel con su típica sonrisa.
-Si porque sino ya nos fueran deportado- Mick habló acostado en la incómoda cama de la celda.
-Como sea- los callé- rueguen para que esto no llegue a oídos de la fia.
-Nah- dijo Charles con una mueca- esos ni se enteran, llamamos a Checo y estamos salvados.
Un oficial llegó frente a nosotros con un sobre en su mano que empezó a abrir cerca de las rejas.
-Chicos, sus exámenes salieron limpios, tienen derecho a una llamada para comunicarse con alguien que puede pagar su fianza y los saque de aquí- todos brincamos de la alegría por las palabras del hombre.
-Quien llamará- preguntó Mick viéndonos a todos.
-Obviamente Lucy, es nuestra mamá aquí- sonrió Carlos con inocencia y los demás lo imitaron volteando hacía mi.
-Los detesto- expresé antes de salir de la celda que fue abierta por el oficial.
Al estar frente al teléfono busqué en mi mente el número de Checo que recuerdo haberme aprendido luego de la carrera en Miami.
Lo marqué y esperé unos tonos hasta que atendió, respire profundo y esperé oír al mexicano antes de comenzar a hablar.
-Hola?- habló con la voz ronca supongo del sueño- Lucy? Que ocurrió.
-Ay Chequito, nos conoces- fue lo que pude decir- necesitamos que nos salves.
-Que hicieron?- dijo con un largo suspiro.
-Estamos detenidos- solté rápidamente- puedes venir por nosotros?
-Chavalos tenían que ser- respondió parece levantándose de su cama por el sonido de esta- en 15 minutos estoy allá, y me explican todo.
