Trabajar y pasar todo el día con Max Verstappen quizás era el sueño de toda fan, y así fuera para Lucy, la futura encargada de redes y coordinación personal del piloto si no fuera porque es un grano en el culo, cuando trabajaba era molesto, antipát...
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Si me hubieran dicho que al meterme en este mundo de las carreras me encontraría en esta posición no habría firmado ese contrato, pero antes de espolearles donde estamos y por que, volvamos al incio del fin.
8 chicos sin Checo porque su esposa lo llamó, "adultos" en un club pasándola bien, hasta acá todo bien, pero la gran idea del hijo de uno de los mejores corredores del mundo alteró todo.
- Y si vamos a una piscina?- dijo Mick en risas a un Pierre que asintió emocionado convenciendo a los demás, incluyéndome.
-Cual piscina?- habló Charles bebiendo del vaso en su mano con el cabello alborotado.
-La de la finca cerca de acá- respondió Lando conociendo el lugar- el año pasado la visitamos.
-Y como llegamos, no podemos conducir en este estado- se señaló a sí mismo Carlos y todos asintieron.
-Pues vámonos a pie- dijo Max divertido y todos volvieron a asentir.
-Están locos?- interrumpí la charla- como nos vamos a ir caminando a una finca.
-Lucy- llamó Mick a mi lado- shhh- puso su dedo en mi boca graciosamente- lo tenemos todo planeado.
Si con todo planeado se refería a caminar 8 kilómetros hasta la dichosa finca, pues claro que si tenía un plan, malísimo.
Así que intervine como pude y logré subirlos a un taxi hasta el lugar.
Carlos y Charles iban adelante, Pierre con Mick y Daniel en el medio y yo con Lando y el despreciable con quien no he emitido palabra atrás.
-Hola- habló el nombrado moviendo un poco su cabeza ya que un Lando casi dormido nos separaba.
-Hola- respondí secante.
-No pensé que vendrías- sonrió lascivo y volteé los ojos.
-Si vine créeme que no fue por ti- también me moví un poco para verle la cara- Carlos y Charles insistieron, sólo eso.
-Me vas a negar que en el fondo, muy escondido en ti, no viniste quizás por verme?- se acercó un poco más ocasionando que su aliento a alcohol pegará en mi cara.
-Lamento dañar tus ilusiones Maxito- hice una mueca de tristeza fingida- no me importas- dije cada palabra de forma que pudiera entenderlo claramente.
Aunque en estos momentos el alcohol no juega de mi bando, su cabello rubio con la luz de la noche, sus ojos, sus labios entreabiertos, si me importaba este idiota.
-Eso es lo que te haces creer- dijo antes de girarse y darse otro trago de su vaso.
Porque en vez de ser normales y parar de beber se trajeron la bebida hasta acá.
Lo ignoré incorporándome en el asiento pero él parecía no querer parar de hablar.
-Que tal tu novio?- preguntó curioso buscando mi mirada.
