Alpha Posesivo - [Dekubaku][FINALIZADO]

29

—Ah... ¿Katsuki?

—¿Quw? —respondió el Omega con la boca llena, Kaminari lo observa pasmado —¿Quw tengo en la cara, imbécil?

—No, no, nada... Es solo, ¿Te vas a comer todo eso?

Indicó el Omega rubio señalando la comida que tenía el cenizo sobre la mesa, postres, dulces más que todo y mucho Katsudon. Cómo si le hubiera robado toda la comida a la cafetería, había perros calientes, hamburguesas y demás.

—¿Y que tiene?

—Es que... No es normal, amigo.

Katsuki estampó sus manos en la mesa asustando a Kaminari y mirándolo muy molestó —¿Tú también?¿¡Que tiene de malo comer ahora!?¡Carajo!¿¡Nunca has visto una persona comer!?

—¡P-perdón!¡No quería molestarte!¡Solamente decía!

Katsuki gruñó, ya estaba molesto, terminó levantándose de la mesa y recogiendo sus cosas (incluyendo la comida) para irse a otra parte. Kaminari quedó en shock, y rascándose la nuca al ver que su amigo, definitivamente estaba actuando extraño.

El Omega cenizo terminó comiendo en el campus, en un árbol muy alejado de las personas y totalmente solo, entre lágrimas que salían sin razón alguna siguió masticando. Ya se había comido el luch que le preparó su esposo, los postes y la comida de la cafetería.

Al ver que ya no le quedaba más comida, una sed tremenda le pegó, tanto que se tomó todo el termo que trajo y dos botellas de agua que también compró.

Y aún así, tenía hambre.

—Quiero a Alpha... Quiero a cachorro... —dijo, bostezando muy cansado. Acomodo su bolso de manera que le sirviera como almohada y cayó profundamente dormido debajo del palo.

Mientras que Deku de milagro pudo concentrarse en su trabajo, ahora tenía que hacerse cargo de las acciones de la empresa de su padrastro y a veces, ir hacer una que otra cirujía o atender un parto quizás. Realmente, su oídos oyen pero la información no llega al cerebro completa y pasa de largo por el otro oído.

Entre pocas palabras, Izuku no se encuentra con los pies en la tierra. Cómo doctor, en los casi ocho años de carrera, como aprendiz, jamás, jamas en su vida hania visto a alguien comportarse como lo hizo Katsuki hace unas horas.

Incluso tubo que sacar los viejos libros polvorientos de la universidad para releerlo y verificar que no le haya escapado alguna información, ¡Incluso! Le pregunto a uno de los practicantes de la clínica que tenían los conocimientos más frescos.

Y ninguno sabía de que estaba hablando.

La única propuesta que le dieron fue: Un bajón de hormonas.

Y esa no es la respuesta que esperaba. Kacchan estaba bien, sus celos han estado bien y su salud también, no tenía sentido ese bajón.

Tendría sentido por la sensibilidad, y cambios drástico de emociones ya que el cambio hormonal provoca esto, pero no explica porque estaba tan empalagoso con Katsuo y él. Y el incremento del apetito tampoco tenía que ver mucho con hormonas. Bueno, quizás un poco.

Izuku estaba confundido.

De repente, su celular empezó a sonar,  una punzada en el pecho apareció porque pensaba que era Katsuki. Para su sopresa, era su querida madre. Una linda sonrisa apareció en su rostro mientras contesta la llamada.

—¿Mamá?

—¡Hola, Izuku! Perdona por llamarte a esta hora. ¿Cómo has estado?

El peliverde suspiró pesado —Bien, todo está bien. Kacchan está... Bien supongo y Katsuo está excelente. ¿Que hay de tí?