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𖹭 𔘓 𖹭
Jennie no comprendía en qué momento habían hecho tantos, pero tantos cambios de tema. Ninguna de las dos sabían como habían terminado hablando de una ex-pareja de Lisa.
Misma historia, que a Jennie le hirvió la sangre de solo leerla.
Jennie se encontró dando un pequeño respiro mientras leía los mensajes en su laptop. La conversación había tomado un giro inesperado, pasando de una charla ligera sobre el día a una discusión sobre el pasado amoroso de Lisa. Al principio, Jennie intentó mantener la calma, pero se dio cuenta de que el tema estaba tocando un nervio sensible.
—En realidad, lo que esa chica y yo íbamos a hacer era darnos un tiempo. Ella estaba muy mal mentalmente, ya sabes; pensaba cosas de cortarse y así—relataba Lisa en el mensaje—. Total, todo bien hasta que en un verano hace dos años la empecé a sentir cortante. Pero pensé que era por su estado mental en esos momentos.
Jennie se quedó mirando la pantalla, el estómago apretado por la frustración. La historia de Lisa, aunque trágica, despertó una mezcla de enojo y preocupación en ella. La idea de que alguien pudiera tratar mal a Lisa, especialmente en un momento tan vulnerable, la molestaba profundamente.
Y ni siquiera sabía el porqué.
—A finales de septiembre de ese año—Lisa continuó contando y Jennie continuó leyendo—. Me cuenta algo muy importante. Pero que antes no se había atrevido a decírmelo por mi reacción. Y es que resulta que se había conocido con un chico, follaron y se hicieron novios.
Jennie sintió un nudo en el estómago al leer el mensaje de Lisa. El dolor y la traición que Lisa estaba compartiendo le hacían sentir una mezcla de empatía y frustración. La forma en que Lisa había sido tratada por su ex pareja no solo era injusta, sino que también tocaba un punto sensible en Jennie, que sentía una creciente necesidad de proteger y apoyar a Lisa.
Y sin embargo, no sabía exactamente que decir. Solamente siguió leyendo con indignación.
—Y pues, nada raro. Me tiré dos días llorando, porque estaba enamorada de ella. Me hizo daño que no me lo dijese en su momento, por culpa de ese novio me dejó de hablar, y estuvo por lo menos tres o cuatro meses sin hablarme. Ahora lo dejó con ese novio y tiene otro. Pero, ¿Sabes qué es lo más gracioso?
Jennie siguió leyendo el mensaje con el corazón acelerado, sintiendo cómo la rabia y la tristeza se mezclaban en su pecho. El relato de Lisa sobre el daño que sufrió a manos de su ex pareja, la traición y el dolor prolongado, hizo que Jennie se sintiera frustrada y protectora.
Lisa continuó escribiendo, y Jennie pudo percibir el tono de resignación y una pizca de humor a pesar del dolor:
—Que está fatal mentalmente, y sigue teniendo novio. O sea, no estaba tan mal cuando me dejó, pero en realidad no está bien—simplemente explicó Lisa.
