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𖹭 𔘓 𖹭
Ese día había sido especialmente cansado para Jennie. No tenía clases, pero tuvo que acompañar a sus padres a un velorio de una tía de su padre.O bueno, mejor dicho padrastro. Aunque para Jennie seguía siendo su padre.
El día había sido largo y emocionalmente agotador para Jennie. Aunque no tenía clases, la solemnidad del velorio y el acto de acompañar a sus padres la habían dejado exhausta. Había algo en la atmósfera de tristeza y reflexión que la había afectado más de lo que esperaba.
No fue del todo
Almorzó alrededor de las tres o cuatro de la tarde, puesto que el restaurante en el que la familia de su padrastro decidió almorzar, se habría tardado demasiado. Sumando que lo que Jennie habría pedido en un inicio, se terminó y tuvo que pedir otra cosa.
Casi que no había comido y el viaje tan largo en auto, la habían agotado.
El largo viaje en auto para regresar a casa solo había sumado a su agotamiento, dejándola con una sensación de fatiga que se asentaba en cada músculo de su cuerpo. Al llegar a casa, Jennie no pudo evitar sentirse deseosa de encontrar un momento de tranquilidad y relajación.
Volvió a casa y lo primero que hizo fue ducharse, ponerse la pijama y posteriormente cenar.
Al terminarlo, con los cabellos húmedos y los ojos cansados detrás de los cristales de sus gafas, abrió la computadora y entró a Twitter.
Específicamente en su chat con Lisa.
Al llegar a casa, Jennie trató de encontrar consuelo en la rutina diaria que solía darle cierta calma. Se duchó rápidamente para refrescarse y cambiarse a su pijama, buscando la comodidad que tanto necesitaba después de un día tan pesado. Con el cabello aún húmedo y los ojos cansados detrás de sus gafas, se dirigió a la cocina para una cena ligera. La comida, aunque simple, le ofreció un pequeño respiro y una oportunidad para desconectar.
Después de cenar, Jennie se acomodó en su habitación y encendió la computadora. El ambiente tranquilo de su hogar y la familiaridad de su entorno le dieron un poco de alivio, aunque aún se sentía agotada. Decidió que necesitaba un escape, algo que la ayudara a relajarse y a despejar la mente. Entonces, abrió Twitter, buscando en su chat con Lisa.
Ver el nombre de Lisa en la pantalla le ofreció una pequeña chispa de alegría. Los intercambios con Lisa siempre le resultaban reconfortantes, especialmente en momentos como este. La posibilidad de compartir un poco de su día con ella y recibir alguna respuesta alentadora o cariñosa le parecía una forma perfecta de aliviar el estrés acumulado.
Y sus ojos brillaron de alegría al ver que Lisa efectivamente, le había hablado. Le saludó con un, quizás muy entusiasta:
—HOLA MI VIDA HERMOSA—escribió en mayúsculas, sus mejillas con dos hoyuelos ante la sonrisa pintada en sus labios—. No pude aparecerme por aquí, porque estuve desde temprano en el funeral de una familiar de mi padre—explicó Jennie.
