𖹭 𔘓 𖹭
Solo algunos días pasaban. Cada día se conocían más y más. Lisa sabía la profunda obsesión que Jennie tenía con el arte en general, también por los peluches. Incluso, se le hacía algo tierno que a pesar de Jennie ser quien era, tenía ese toque infantil.
También sabía que Jennie tenía nacionalidad francesa, pues su padre biológico es de Francia. Aunque Lisa, aborrecía a los franceses.
Cosa que a Jennie, le dio algo de gracia.
Jennie sabía que Lisa tenía dos gatos, que quería tener hijos, que le encantaban los videojuegos y que a su vez era una fanática del fútbol
Y allí se dió cuenta de que eran más distintas de lo que creían.
Quizás era porque Jennie, a pesar de tener cierto cariño hacía los niños. No creía poder soportar tener uno ni lo tendría. A pesar de que le gustaban los videojuegos, prefería distintos a muchos de los que jugaba Lisa y tampoco los jugaba con tanta frecuencia.
Y la diferencia más grande: a Jennie le importaba el fútbol, tanto cómo le podría importar un pene.
Aunque, a Jennie se le hacía interesante conocer los intereses ajenos. También el saber que a Lisa le gustaba la química y las matemáticas.
Y yo que soy tremendo problema. Pensaba Jennie de vez en cuando con sonrisas pícaras en el rostro.
No sabía exactamente la razón, tampoco el motivo. Pero sin embargo, aún sin conocer el rostro de Lisa, de una u otra manera la chica mayor le causaba mucha curiosidad. Y no lo reconocía, pero también atracción.
Habían días en donde ninguna de las dos chicas hablaba con la otra, y esas veces, eran por trabajos de la universidad de Jennie. Sin embargo, en el tiempo en que hablaban hablaban de miles y miles de temas.
Canciones, bandas, cantantes, videojuegos, hobbies e incluso sus familias. Tenían una confianza de años, y se conocían de semanas.
El vínculo entre Lisa y Jennie se fortalecía con cada conversación, a pesar de que las diferencias entre ellas parecían ser tan marcadas. Los días en que no hablaban solían estar llenos de la expectativa de retomar las charlas cuando Jennie lograba despejarse de sus tareas universitarias.
Lo peor de ello, era que vivían en distintos países y continentes era más complicado. Jennie vivía en Londres, Lisa en Tailandia y le llevaba siete horas de diferencia. No quería que la otra chica se descuidase.
No por ella.
El tiempo y la distancia entre Londres y Tailandia parecían desafiar la conexión especial que Jennie y Lisa estaban construyendo. A pesar de las siete horas de diferencia, encontraban maneras de mantenerse en contacto, adaptándose a los horarios y a las rutinas de cada una. Sus charlas se convirtieron en un refugio tanto para Jennie como para Lisa, una forma de superar la distancia que las separaba.
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Distance - Jenlisa.
RomanceTodo empezó, con un comentario. -Soft. -Jenlisa. -No drama. -Fluff. -Smut. -Humor. -Modificación de edades y características.