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𖹭 𔘓 𖹭

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𖹭 𔘓 𖹭

Esa tarde estaban hablando de videojuegos, entre los que le gustaban jugar a Jennie y los que le gustaban jugar a Lisa. Jennie pudo entender que Lisa jugaba más videojuegos que ella, y demasiados.

Los pocos que Jennie jugaba, eran el Cooking Mama, Roblox y Minecraft pirata. 

No era mucho el repertorio, pero Jennie prefería leer mientras escuchaba series o películas de fondo. Mientras que Lisa jugaba juegos, que algunos Jennie ni siquiera conocía.

Y luego, cuando Jennie decidió irse por algo de comer, avisándole a Lisa; fue que la misma casi la asesina con unas simples palabras.

—Luego cuando vuelvas te voy a mandar un chiste. Te voy a enviar un audio—informó Lisa con una sonrisa ladina, casi burlona.

Se quedó viendo a la pantalla con los labios entreabiertos. Preguntándose porqué diablos, Lisa con la diferencia horaria que había entre Londres y Tailandia (porque se suponía que en Tailandia ya era noche), ¿Por qué le iba a mandar un audio contándole un chiste?

La verdad, tampoco le importaba mucho. Solamente podía sentir su corazón latir en la boca de estómago y las mejillas pintadas de rojo al saber que por fin iba a conocer la voz de Lisa.

El mensaje de Lisa dejó a Jennie en un estado de anticipación mezclado con emoción. Aunque la diferencia horaria entre Londres y Tailandia significaba que Lisa estaba enviando el mensaje en un momento bastante tarde para ella, Jennie no podía evitar sentir una oleada de emoción. La posibilidad de escuchar la voz de Lisa, especialmente en un contexto tan informal y juguetón, la hizo sonreír.

Jennie se dirigió a la cocina, tratando de distraerse mientras preparaba algo para comer, pero su mente seguía volviendo al mensaje de Lisa. La idea de escuchar un chiste en audio, y más aún, la voz de Lisa, era algo que la tenía en vilo. Las mariposas en su estómago no desaparecían, y su mente estaba llena de curiosidad.

Al regresar, Jennie se sentó de nuevo frente a su computadora.

—He vuelto—avisó Jennie.

Se mordía el labio inferior, hasta que llegó el audio. 

—Joder...—murmuró Jennie, levantándose un momento de la cama, yendo al baño, abrió la llave del agua fría, se quitó los lentes y lavó su cara. Suspiró viendose al espejo y con las piernas temblorosas, caminó con torpeza y se volvió a sentar en la cama.

Le dió click al audio de Twitter, y con el labio inferior preso de los dientes, comenzó a escuchar.

—¿Sabes por qué la gente no pasa por el mar rojo?—preguntaba una voz femenina, ronca y que hablaba bajo ante las altas horas de la noche—. Porque están esperando a que se ponga en verde—y al decir eso, logró escuchar como reía lo más bajo posible y allí terminó el audio.

Distance - Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora