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𖹭 𔘓 𖹭
Jennie ese día se levantó más temprano de lo usual, sus ojos ligeramente pesados y su cuerpo ardiendo del calor.
Jennie se levantó más temprano de lo usual, sintiendo el peso de los párpados al abrir los ojos. El calor envolvía su cuerpo, haciéndola sentir pegajosa y cansada. Mientras se estiraba en la cama, el sol ya comenzaba a filtrarse a través de las cortinas, calentando el ambiente de manera incómoda.
Con un suspiro, Jennie se levantó y se dirigió al baño para refrescarse. Se duchó con agua fría, tratando de aliviar la sensación de ardor en su piel. La ducha no solo la ayudó a despejarse, sino que también la hizo sentir un poco más viva.
Después de vestirse con ropa ligera y cómoda, Jennie decidió preparar un desayuno simple. La cocina estaba tranquila, con el sol entrando a raudales por la ventana. Mientras preparaba algo rápido, su mente seguía dando vueltas a la conversación que había tenido con Lisa la noche anterior. Aunque se había sentido nerviosa, también estaba emocionada por la forma en que las cosas estaban evolucionando entre ellas.
Al terminar de comer, Jennie se tomó un momento para sentarse en el sofá y revisar sus mensajes. Encontró uno de Lisa que había llegado durante la madrugada:
—Hey, Jennie. Te quería decir, que tengo otra cuenta. Que es mi cuenta privada. Prefiero que hablemos por allí, el nombre de usuario es _LisManoban. Así que, ya sabes, háblame por allí ;)
Jennie sonrió al leer el mensaje, sintiendo una mezcla de anticipación y emoción. La idea de hablar con Lisa en una cuenta más privada la hacía sentir aún más cercana a ella.
Sin perder mucho tiempo, buscó la cuenta y le dió a ''seguir''. En pocos minutos, recibió una notificación de aceptación.
—Es mucho más cómodo hablar por aquí ;)—expresó Lisa.
Jennie sonrió inconscientemente al ver el mensaje.
—La verdad, sí. Tienes muchos memes en esta cuenta JAJAJAJA. Yo solo veo memes en Pinterest—escribió Jennie, su sonrisa achicando sus ojos.
Una mueca de indignación se pintó en su rostro al próximo mensaje.
—Eres una antigua—bromeó Lisa en tono burlón y Jennie frunció las cejas mientras arrugaba la nariz.
Con los labios tensionados, aunque con diversión en su expresión respondió:
—Bueno, ya vete a dormir—ordenó Jennie, alzando la ceja mientras escribía y mandaba el mensaje.
Lisa respondió casi al instante:
—No. Te voy a seguir diciendo vieja en siete idiomas distintos—desafió Lisa, y el ceño de Jennie se frunció aún más. Con mucha indignación.
