1

593 21 21
                                    


- Dakota vas a estar bien, en unos meses volverás a casa y todo será como si nada hubiese pasado.

- Pero sí pasó mamá, tú y papá no volverán a estar juntos.

- No pienses en eso, ahora lo más importante es tu recuperación - su mano atrapa mi mejilla en una sutil acaricia.

- Mamá mi enfermedad no tiene cura y lo sabes.

- Bueno, al menos pasarás esta recaída, todo va a estar bien cariño, ahora debo irme, te visitaré en una semana - sus labios se pegan a mi frente - y hazle caso a los doctores.

- Si mamá - sale de la habitación dejándome sola en ella.

Al menos me han asignado una habitación sola para mí, no soportaría compartir mi espacio con nadie.

Todo está muy bien ordenado, con los colores blanco y azul predominando las paredes, carteles con frases positivas cuelgan de estas.

¿Cuando se darán cuenta que eso no nos ayuda en nada?

Comienzo a acomodar mis cosas de forma muy meticulosa, necesito tener todo bajo control y a mi forma , de fondo reproduzco mi disco favorito de Carl Jones, por suerte mamá convenció a los doctores de poder traer un MP3 para así escuchar sus canciones. Verlo en la tele era desear cruzar la pantalla y pedirle que me cantara por siempre. Es muy talentoso además de su increíble atractivo el cual tiene a todas las chicas embobadas. Él es mi crush pero no solo por ser guapo y ser una celebridad, si no porque su música es lo único que me calma de mis ataques de ansiedad.

Tengo TOC o mejor dicho Trastorno Obsesivo - Compulsivo. Fui diagnosticada por él a los 10 años tras un agravamiento en mi conducta, luego de eso he visitado algunas clínicas de Salud mental y tomando numerosos medicamentos para mantenerme tranquila.

De por sí ,mi enfermedad siempre está presente , pero a veces sufro por fuertes crisis debido a cosas que me afectan más de lo normal. La que estoy pasando ahora es la peor que he tenido en mis 17 años.

Alguien golpea la puerta de mi habitación.

- Pase - la puerta se abre y por ella entra una mujer rubia un poco regordeta con unos lentes cuadrados. Su mirada se muestra curiosa cuando me ve cambiando cosas de lugar y colocar todo a mi manera.

- Hola Dakota, yo seré la doctora que te dará las terapias y que estará pendiente de ti en el tiempo que estés en la clínica, soy Maya Roth.

- ¿Maya como la abeja? - la señora de cabello rubio se muestra confundida - era un chiste, réstele importancia.

- ¡Oh! Tu madre ya nos habló de tu increíble sentido del humor.

- ¿También le habló de por qué estoy aquí? - asiente - genial, así no tendré que contarlo yo.

- Dakota , es bueno que hables de tus cosas, aunque ya lo sepa quiero escucharlo de ti - ruedo mis ojos.

- Mire señora Maya llevo 7 años de mi vida siendo atendida por profesionales y estoy un poco cansada de esta situación.

- Entiendo, me imagino lo difícil que es vivir con una condición así.

- No, no se lo imagina porque no la tiene.

- Bueno, solo queremos que sepas que podrás tener una vida normal, ahora si gustas puedes bajar para que conozcas a tus compañeros - asiento.

- Debo cambiarme, en unos minutos bajo - Maya me sonríe y cierra la puerta.

Estoy bastante saturada de la misma situación, de esas miradas con pena y conversaciones intentando empatizar con tu vida cuando ninguna de esos seres sufren de lo mismo que tú.

El sonido de las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora