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💙Carl Jones💙

Mi vida ha sido la vida soñada por cualquier joven o adolescente. A mis 15 años me presenté en un concurso el cual cambió mi vida de un momento a otro.

Las personas comenzaron a admirarme y me volví un rostro conocido en poco tiempo. Ir a la escuela me resultaba emocionante porque todos peleaban por juntarse conmigo. Mi madre me veía orgullosa, con los ojos llenos de lágrimas en mis primeras presentaciones frente a un gran público, público que cada día aumentaba más.

Así pasaron los años. Tenía todo lo que un chico de mi edad desearía y la verdad algo de lo que yo me sentía orgulloso. El dinero, las chicas lindas y los lujos eran cosas que nunca me faltaron.

Yo amaba mi fama porque con eso llegaba a donde quería y me convertí en una persona segura de saber que puedo tener todo lo que se me cruce en el camino.

A mi familia le he aportado las comodidades que se merecen y en parte por eso era mi sueño de convertirme en celebridad, deseaba poder pagarle a mi madre lo mucho que siempre me ha apoyado.

Siempre amé cantar y transmitir mis sentimientos mediante mi voz.

¿Desde cuando se volvió tan asfixiante?

No tengo idea.

Pero mi vida comenzó a cambiar cuando caí en cuenta que tenía todo menos una estabilidad mental. Cuando mis amigos no eran mis amigos porque me querían , si no, porque era famoso. Cuando las chicas perfectas y hermosas solo eran un tiempo de placer. Cuando el alcohol y las drogas no me sacaban del agujero negro que debía disimular frente a un concierto.

Entonces, todo pasó muy rápido, mi mente colapsó y fue mi primer ataque de ansiedad. Un ataque que me hizo cuestionar mi existencia cuando vi mis manos temblar y sentir la falta de oxígeno en el cerebro.

Antes solo eran pocas veces, me colocaba frente al espejo y me obligaba a entrar en razón. Tiraba de mis mechones castaños y me repetía una y otra vez que todo estaba bien y que tengo el control sobre mi mismo.

Todo cambió cuando una crisis sucedió mediante el murmullo de gente bajo un escenario, donde todos me miraban con caras de preocupación cuando las notas no salían de mi boca y de ella solo salían jadeos por falta de aire.

Después de varias consultas mi psiquiatra determinó que tengo trastorno de la ansiedad, el cual debe de ser atendido en una clínica de salud mental, lejos de los medios, de los fans y de cada cosa que puede estar agobiándome.

Me negué, me negué muchas veces hasta que la voz de mi hermana entró mediante partículas a mi oído.

— Hermanito, por favor , hazle caso a tu doctora, si no lo haces no podrás estar bien para nosotras.

Sé que será duro , sé que no me acostumbraré pero haré todo lo posible.

Por mi y por mi familia.

Ya han pasado por mucha mierda como para que yo también les cause preocupaciones.

Es por eso que me encuentro fuera del hospital de salud mental con un miedo increíble a no saber qué será de mí.

¿Podré encontrarme conmigo mismo?

¿Podré mejorar mi ansiedad?

El sonido de las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora