— ¿Y a ti que te importa? — Me quedo pasmada frente al rostro del chico con el que he soñado millones de veces, mi boca se mueve pero de ella no sale nada — ¿Te comió la lengua los ratones niña? No pareces muy valiente ahora — alza una ceja y mechones de cabello caen sobre su frente.Obviamente mi mente está en corto circuito pero no puedo quedar humillada después de que me respondiera de esa manera , no me interesa quien sea pero a mi nadie me habla así.
— Me importa porque yo también estoy en este hospital y si estás aquí es porque lo necesitas como todos los presentes , busca la palabra respeto en el diccionario, porque se nota que no la conoces — sus ojos me miran con intensidad.
No tenía idea que fueran así, cuando los veía en la tele no eran tan detallados. Mirándolo con profundidad son una mezcla bastante inexacta, un color ámbar predomina en ellos pero con algunos destellos verdes como la esmeralda. Reviro los míos y le doy la espalda.
— Conozco otras palabras que puedo enseñarte — me giro hacia el y este me mira de arriba a abajo con una irónica sonrisa — Ya que se te ve que tampoco conoces mucho — lo ignoro por completo.
Sé que intenta provocarme es por esto que me marcho dejándolo con la palabra en la boca.
Estúpido.
Nunca me imaginé que fuera un tipo tan desagradable , con lo sencillo y amable que se mostraba en sus videoclips, todo era una falsedad, típico en el mundo hoy en día, todos están llenos de caretas.
Veo que cierta cantidad de personas observaron este pequeño show, de hecho, varias me están mirando sorprendidas como si hubiese asesinado al castaño delante de todos , cuando solo defendí mi puesto y el de los que estamos en este hospital , que al parecer a nadie le importa que un imbécil les llame locos, al contrario , las mujeres lo miran embobadas, como si el sólo hubiese soltado cumplidos por su boca.
De verdad, que molestia me dan esos individuos , bueno, ahora que lo pienso bien , creo que me molesta el ser humano en general.
Pero es que, en serio, sonreírle a alguien que insulta tu condición y se burla de ella me parece bastante indignante.
Podrá ser todo lo guapo del mundo pero es un idiota y un mal educado.
— ¡Wao! ¿Pero que ha sido eso? — la pelirroja de antes me intercepta.
— Nada, solo le aclaré algunas cosas — sigo mi camino hacia las escaleras y me adentro en mi habitación.
Ya socialicé mucho por hoy.
***
— Dakota, se que es complicado hablar sobre cosas que te afectaron, pero créeme que te harán sentirte mejor — es la cuarta vez que me dice Maya lo mismo pero utilizando diferentes palabras.
— Señora Maya no insista, no tengo ánimos para hablar de eso — ella asiente.
— Entiendo.
— Bueno, si entiende déjeme salir, me está asfixiando.
— Estás muy equivocada, yo solo quiero ayudarte, no soy tu enemiga — ella une sus cejas y unas arrugas se forman en su frente.
— Comprendo que es su trabajo pero sea un poco más humana y entienda usted que yo no quiero hablar ahora — me levanto de la silla y me salgo por la puerta a toda velocidad.
¿Por qué mierda nadie entiende que a veces no quiero hablar?
Solo necesito dejar mi mente en blanco. No pensar en nada. No hacer nada.
Camino rumbo a un lugar que por alguna extraña razón me hace estar tranquila: él patio.
El patio de la clínica es muy grande, tiene numerosos bancos y la vista es cálida por los colores que predominan.
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El sonido de las nubes
Teen FictionLa música ha sido lo único que me ha tranquilizado en mis fuertes recaídas. Siempre que la voz de Carl Jones acariciaba mis oídos mis ataques de pánico, temor y obsesión salían de mi cuerpo mediante la canción se reproducía. El era mi cura pero se c...